Chihuahua, México.- En medio del creciente veto a los narcocorridos en diversas regiones del país, Jorge Hernández, vocalista y líder de Los Tigres del Norte, lanzó una propuesta reveladora: dejar de usar la palabra “corrido” para referirse al género que los hizo famosos, y comenzar a llamarlos simplemente “historias”.
Durante una entrevista con El País, el músico reflexionó sobre la censura que viven muchos exponentes del regional mexicano y cómo esto podría terminar afectando incluso a agrupaciones como la suya, cuyo enfoque musical, asegura, no glorifica la violencia sino que relata vivencias sociales.
Corridos bajo fuego: la censura avanza
Hernández recordó un episodio ocurrido en 2014, cuando la agrupación se presentó en Chihuahua. En ese entonces, autoridades locales les solicitaron no interpretar canciones como “Jefe de jefes” o “La granja” por su contenido, en un contexto de alta tensión por la violencia en el estado.
“Nosotros tenemos canciones que, si pidieran que no cantáramos corridos, podemos salir con todo sin cantarlos”, comentó el vocalista, destacando la versatilidad de su repertorio.
Aunque acataron la orden y explicaron la decisión a su público —quienes respondieron con comprensión—, el hecho dejó claro que la censura no distingue entre géneros, artistas o intenciones narrativas.
“Contamos historias, no hacemos apología”
El artista señaló que sus letras deben entenderse como una forma de narración, al igual que lo hacen periodistas o cineastas:
“Somos narradores de la vida de las personas. Como un periodista que escribe lo que sucede, nosotros lo cantamos. Es el público quien decide si escucha o no.”
Asimismo, criticó la incongruencia de las autoridades, quienes por un lado niegan la censura desde la presidencia, pero permiten que gobiernos locales impongan restricciones.
“Supuestamente nuestra presidenta dice que no está prohibido, pero los presidentes municipales te piden que no cantes ese tipo de canciones.”
¿Por qué sí en el cine y no en la música?
Hernández cuestionó por qué se permite representar la violencia de forma gráfica en películas y series, mientras que los cantantes enfrentan sanciones por expresar situaciones similares en sus canciones.
“El cine muestra cosas más gráficas y crudas. ¿Cómo una canción puede ser más fuerte que una película? Me pregunto si para ellos hay prohibición, o solo para la música.”
Un nuevo nombre para una vieja tradición
Frente al endurecimiento de las políticas locales, Jorge Hernández propuso replantear el uso del término “corrido”, no como una renuncia a sus raíces, sino como una estrategia de adaptación:
“Creo que le vamos a tener que cambiar la palabra corrido. Vamos a tener que decir historias, para no meternos en problemas.”
Contexto: censura al alza en ferias y municipios
Este debate se reavivó luego de que el cantante Luis R. Conriquez fuera censurado en pleno concierto por interpretar temas alusivos al narcotráfico. Casos similares se han registrado en Tijuana, Texcoco, Chihuahua y otras ciudades, donde se han aprobado reglamentos que sancionan la apología del delito en eventos masivos.