Chihuahua, Chih.– En un hecho que marca un nuevo golpe contra los privilegios de exfuncionarios, el Gobierno Federal exhibió este jueves las imágenes del operativo de demolición de la presa ilegal ubicada en el rancho El Saucito, propiedad del exgobernador César Duarte Jáquez.
La presidenta Claudia Sheinbaum reveló durante su conferencia matutina que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ejecutó la destrucción de la estructura con maquinaria pesada, como parte de una estrategia para recuperar recursos naturales en manos privadas.
Acaparaba agua de la Nación
Según explicó Sheinbaum, la presa alteraba el cauce de un arroyo de manera ilegal y acaparaba agua que pertenece a la Nación, afectando tanto el equilibrio ecológico como el suministro a otras comunidades. Por este motivo, ya se presentó una denuncia penal contra Duarte por el uso indebido de aguas nacionales.
“El acaparamiento del agua no será tolerado”, sentenció la mandataria, y recalcó que este tipo de acciones refuerzan su política de defensa de los recursos naturales y combate a la corrupción.
Duarte sigue bajo la mira
El exgobernador de Chihuahua enfrenta varios procesos judiciales por presuntos actos de corrupción cometidos durante su mandato (2010–2016). Ahora, con este nuevo caso, la Fiscalía General de la República (FGR) suma una nueva línea de investigación en su contra.
La demolición de la presa no solo simboliza un golpe directo a Duarte, sino también un mensaje contundente del actual gobierno federal sobre el fin del abuso de poder para beneficios personales.