México.– Una videollamada transmitida en pleno antro se convirtió en un fenómeno viral, luego de que captaran a un hombre disfrutando con amigos, pero con su esposa conectada en video todo el tiempo desde su celular. El hecho, compartido en plataformas como TikTok y X, ha provocado burlas, indignación y también un análisis profundo sobre los límites de confianza y control en las relaciones actuales.
Fiesta con “vigilancia en tiempo real”
El clip muestra a un joven en una mesa de bar, sonriendo y platicando con amigos, mientras su teléfono permanece en videollamada con su pareja, cuyo rostro vigilante aparece en pantalla. La escena fue grabada por otro cliente del lugar, quien añadió como descripción: “Te vas de parranda pero tienes que dejar la llamada en video abierta”.
El video, compartido por el usuario @lessingfdez, acumula millones de visualizaciones y miles de comentarios divididos entre la crítica y la risa.
“Control” o acuerdo: la polémica
Los comentarios no se hicieron esperar:
“Con esa cara en el teléfono cualquiera tiene miedo”
“Eso ya no da risa, es preocupante”
“Amigo, ahí no es”
“Es broma o es esclavitud emocional”
“Yo me arreglo, salgo y no me reporto, así debería ser parejo”
Aunque muchos criticaron el nivel de control que representa este acto, otros opinaron que podría tratarse de una dinámica consensuada, una broma planeada o incluso un video actuado.
Confianza vs. control: el dilema moderno
Este caso ha reavivado el debate sobre cómo las herramientas tecnológicas como videollamadas, GPS y redes sociales afectan las relaciones sentimentales actuales. Expertos en psicología han advertido que, aunque algunas prácticas de “monitoreo” son aceptadas mutuamente, otras pueden convertirse en formas sutiles de violencia digital o dependencia emocional.
El video no solo provocó carcajadas, sino también reflexiones sobre la importancia de establecer límites claros, fomentar la confianza y reconocer cuándo el “amor” empieza a parecerse al control encubierto.
