EL PASO, TEXAS — Patrick Crusius, el autor del tiroteo masivo ocurrido en Walmart de El Paso en 2019, confesó durante las investigaciones que escogió ese lugar para asesinar mexicanos como una forma de “desquitarse” por el bullying que sufrió en su vida. De acuerdo con las declaraciones obtenidas por las autoridades federales, el joven supremacista eligió El Paso por su distancia con respecto a su hogar en Allen, Texas, y porque sabía que la mayoría de la población era latina.
En su manifiesto racista, Crusius había dejado claro que su objetivo era frenar lo que él llamó la “invasión hispana”. Sin embargo, ahora se suma un nuevo elemento a su retorcida motivación: el resentimiento personal acumulado por años de acoso escolar, que lo llevó a canalizar su odio contra mexicanos inocentes.
El ataque ocurrido el 3 de agosto de 2019 dejó 23 personas muertas y 22 más heridas. La mayoría de las víctimas eran de origen mexicano. El evento fue catalogado como un acto de terrorismo doméstico y crimen de odio por las autoridades estadounidenses.
Durante los interrogatorios posteriores a su captura, Crusius explicó que había planeado cuidadosamente el lugar del ataque:
“Sabía que si atacaba en El Paso, iba a encontrar a la gente que más odio. Además, estaba lejos de casa. No quería hacerlo cerca de mi familia”, declaró.
Especialistas en criminología y terrorismo doméstico han señalado que el caso de Crusius es un claro ejemplo de cómo el resentimiento personal puede combinarse con discursos de odio racial para generar actos extremos de violencia. Aunque el bullying no es excusa para el asesinato, los investigadores han observado que Crusius canalizó su frustración personal hacia una ideología supremacista blanca, lo que lo llevó a planear un ataque meticuloso contra una comunidad que no conocía, pero que odiaba profundamente.
Patrick Crusius se declaró culpable en febrero de 2023 y fue sentenciado a 90 cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional, tras renunciar a apelar. A nivel federal, evitó la pena de muerte, pero enfrenta otro juicio estatal donde aún podría ser condenado a muerte.
El caso ha dejado una herida profunda no solo en El Paso, sino también en Ciudad Juárez, donde varias víctimas residían. Organizaciones civiles han insistido en que este acto no debe olvidarse y que la lucha contra los discursos de odio debe continuar.
Keyla Andreína González, de 28 años, recibió dos disparos en la cabeza frente a la…
SEMAR prevé olas de hasta 1 metro en estados del Pacífico mexicano desde la madrugada…
Exhortan a automovilistas y peatones a extremar cuidados; habilitan línea directa para auxilio vial CIUDAD…
El cuerpo fue localizado en la sala, semidesnudo y con rastros de sangre; autoridades ya…
El agresor llegó armado, amenazó a la familia y huyó tras disparar; la víctima fue…
La pareja fue detenida por delitos contra la salud; las menores quedaron bajo resguardo del…