Washington, D.C. — En una declaración que ha generado controversia nacional e internacional, el presidente Donald Trump anunció su intención de reabrir la prisión de Alcatraz, cerrada desde 1963, como un centro penitenciario modernizado y ampliado para alojar a los criminales más peligrosos del país.
La declaración fue publicada en su cuenta de Truth Social, donde sostuvo que la iniciativa busca enviar un mensaje claro sobre su compromiso con la seguridad nacional. “La reapertura de Alcatraz servirá como símbolo de ley, orden y justicia. ¡Haremos a América grande de nuevo!”, escribió Trump.
¿Qué dijo Trump sobre Alcatraz y los criminales?
Trump ordenó al Departamento de Justicia, al FBI, a la Oficina de Prisiones y al Departamento de Seguridad Nacional trabajar en un plan para reabrir Alcatraz con nuevas instalaciones de máxima seguridad.
“Durante demasiado tiempo, nuestro país ha sido rehén de criminales viciosos, reincidentes y sin redención. Es hora de actuar como una nación seria nuevamente”, dijo Trump. También acusó a los jueces de “estar politizados” y obstaculizar la expulsión de migrantes criminales, lo que —según él— ha contribuido a la crisis de violencia.
Una propuesta polémica y simbólica
La prisión de Alcatraz, situada en una isla frente a la ciudad de San Francisco, funcionó como una instalación federal de máxima seguridad entre 1934 y 1963. Su cierre se debió a los altos costos de operación. Actualmente, es un destino turístico administrado por el Servicio de Parques Nacionales, y recibe a miles de visitantes cada año.
La propuesta de Trump ha causado división: mientras algunos sectores la ven como una acción firme contra la delincuencia, críticos argumentan que reactivar una prisión histórica con tintes simbólicos no resuelve los problemas estructurales del sistema penitenciario estadounidense.
¿Qué implicaría reabrir Alcatraz?
Para reactivar Alcatraz como prisión funcional, el gobierno tendría que reconstruir completamente sus instalaciones, hoy obsoletas y adaptadas al turismo. Además, especialistas en derechos humanos ya han advertido que el uso de prisiones como símbolos de fuerza puede violar normas de trato digno a los reclusos.
A preguntas de la prensa al regresar a la Casa Blanca, Trump matizó que “solo es una idea”, pero insistió en que el sistema de justicia está “demasiado blando” con los criminales violentos.
Alcatraz: de prisión temida a atracción turística
Durante sus casi 30 años de operación, Alcatraz albergó a criminales como Al Capone y Robert Franklin Stroud. Era conocida por su aparente imposibilidad de fuga y condiciones estrictas. Desde su cierre, se ha convertido en uno de los sitios turísticos más visitados de California.
