Jalisco.— En un fallo histórico, la Fiscalía del Estado de Jalisco logró una sentencia condenatoria contra Alfredo “N”, acusado de inducción o ayuda al suicidio feminicida, tras años de violencia psicológica, control y aislamiento extremo ejercidos sobre su hija adolescente, quien se quitó la vida el 2 de agosto de 2022 en su domicilio ubicado en la colonia Arenales Tapatíos.
La resolución, emitida el pasado 17 de junio de 2025, marca un precedente en la impartición de justicia del estado: es la tercera sentencia por este delito y la primera lograda mediante juicio oral, conforme al Artículo 224 Bis del Código Penal de Jalisco.
Un entorno de violencia y encierro
De acuerdo con la Vicefiscalía de Investigación Especializada en Atención a Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes, la joven fue víctima de una serie de actos de maltrato sistemático por parte de su padre. La adolescente vivía prácticamente en cautiverio, sin contacto con el exterior, sin acceso a televisión, teléfono o música. Fue obligada a cursar la preparatoria de manera virtual y vigilada incluso mientras se bañaba.
La víctima había sido descrita en su infancia como una niña alegre y empática durante su estancia en una casa hogar. Sin embargo, al ser entregada a su padre —quien logró la patria potestad tras señalar supuestas adicciones de la madre— su comportamiento cambió drásticamente. Testigos confirmaron que presentaba moretones, actitud retraída y signos visibles de violencia.
Antecedentes de abuso desde el origen familiar
Las investigaciones revelaron que el hoy sentenciado inició una relación con la madre de la víctima cuando esta tenía apenas 13 años, quedando embarazada pocos años después. A pesar de los presuntos abusos, la madre se separó durante el embarazo, pero el padre obtuvo la custodia, y con ello, el control absoluto sobre la menor.
Los hechos que llevaron al suicidio
El 2 de agosto de 2022, el propio Alfredo “N” encontró a su hija suspendida en una escalera de herrería y llamó a emergencias. Al arribar los paramédicos, la adolescente fue declarada muerta por ahorcamiento. La Fiscalía argumentó que la combinación de maltratos, aislamiento, y negación de su derecho a la autodeterminación formaron un entorno propicio para la tragedia.
El tribunal encontró culpable a Alfredo “N” de inducir a su hija al suicidio en un contexto de violencia de género. La audiencia para individualizar la pena y definir la reparación del daño fue programada para el próximo 23 de junio de 2025 a las 13:30 horas.
Este caso ha generado un amplio debate público sobre la necesidad de tipificar adecuadamente la violencia parental coercitiva y visibilizar los mecanismos legales para proteger a menores de edad víctimas de abusos dentro del entorno familiar.