Sinaloa.– A menos de 24 horas de que Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El Perris” o “El 27”, fuera abatido por elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, este sábado se filtró una fotografía de su cadáver, confirmando su identidad como jefe de seguridad de Los Chapitos, brazo armado del Cártel de Sinaloa.
El operativo, ejecutado la tarde del 23 de mayo en la comunidad de Bariometo, municipio de Navolato, se desarrolló tras un intento de captura por parte del Ejército, que fue atacado por hombres armados, desatando un fuerte enfrentamiento.
“El Perris” murió en su domicilio, rodeado y armado
De acuerdo con Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los elementos del Ejército actuaron en legítima defensa tras ser agredidos. El operativo fue encabezado por la Secretaría de la Defensa Nacional, con apoyo de la Guardia Nacional y helicópteros artillados que generaron pánico entre los habitantes.
El enfrentamiento culminó en una vivienda ubicada en la colonia Ciudades Hermanas, donde “El Perris” fue abatido. El medio Pie de Nota, dirigido por el periodista Luis Chaparro, compartió una imagen del cuerpo sin vida del capo, mostrando detalles de sus tatuajes personales con nombres como Sebastián, Joselín, María, José e Íker, además de una fecha conmemorativa de una detención pasada.
Imágenes sensibles confirman la escena del crimen
La fotografía difundida muestra a un hombre con el torso descubierto, tendido sobre una cama desordenada y con visibles manchas de sangre. A su lado, un arma de grueso calibre, ropa tirada, una escalera y múltiples impactos de bala en las paredes, evidencian la violencia del operativo.
Otra imagen que circula en redes sociales desde la noche del viernes muestra el cuerpo aparentemente de Figueroa Benítez en condiciones similares, generando fuerte impacto en la opinión pública y confirmando la caída de uno de los hombres más buscados por la DEA.
“El Perris”: un objetivo de alto perfil
Figueroa Benítez era considerado un operador clave de Los Chapitos y uno de los principales generadores de violencia en Sinaloa. Además, era buscado por las autoridades de Estados Unidos, que ofrecían hasta un millón de dólares de recompensa por información que llevara a su captura.
Estaba acusado de conspiración para tráfico de fentanilo, posesión de armas de uso exclusivo del Ejército y lavado de dinero. También se le vinculaba con el intento de secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada y con múltiples ataques armados.
IMÁGENES SENSIBLES