Ciudad de México.– Joana Lizeth Garza Delgado, una mujer mexicana de 31 años originaria de Nuevo León, fue rescatada el pasado 17 de mayo en Chiclayo, Perú, tras pasar una década secuestrada por su pareja, Jorge Seminario Ramos. En el operativo también fueron puestas a salvo sus dos hijas menores de edad.
Joana fue llevada a Perú bajo engaños por su entonces pareja sentimental, quien la mantuvo cautiva durante 10 años en una vivienda del distrito El Porvenir, en el departamento de Lambayeque. Durante ese tiempo, fue víctima de constantes agresiones físicas, verbales, psicológicas y violencia económica.
“Mi familia no sabía si estaba viva”
En declaraciones posteriores al rescate, la joven relató cómo logró comunicarse en secreto con su hermana en México, utilizando un celular viejo al que le ponía saldo con dinero tomado a escondidas.
“Él tenía algunos ahorros y yo agarraba dinero de ahí a escondidas. Le ponía saldo a un celular viejo y le mandaba mensajes a mi hermana, porque era la única con la que podía hablar”, contó Joana a medios peruanos.
La víctima también señaló que su suegra y su cuñada fueron cómplices del encierro, impidiéndole salir del domicilio durante años.
Intervención de autoridades peruanas
Tras la denuncia, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) activó el Programa Nacional Warmi Ñan y brindó atención legal, psicológica y protección a Joana y sus hijas.
La Fiscalía de Perú detuvo a Jorge Seminario Ramos, así como a la madre y hermana del agresor, quienes enfrentarán cargos por complicidad en el secuestro.
En un comunicado oficial, el gobierno peruano reiteró su compromiso con la justicia:
“Estamos coordinando con la @FiscaliaPeru para que ellos y quienes resulten responsables sean sancionados”.
Solicita ayuda migratoria
Joana pidió apoyo para regularizar su situación migratoria en Perú, mientras se define si podrá regresar a México junto con sus hijas, a quienes crió en medio del encierro y la violencia.
Impacto internacional
El caso causó indignación en México y Perú, y fue ampliamente difundido en redes sociales. Organizaciones defensoras de los derechos humanos exigieron mecanismos más eficaces para prevenir y atender la violencia de género transfronteriza.