PACHUCA, HIDALGO — Un episodio de violencia escolar sacudió a la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT), donde un estudiante golpeó a su profesor en pleno salón de clases, tras reclamarle por presuntas burlas y acoso recurrente. El hecho fue captado en video y rápidamente se volvió viral, generando opiniones divididas en redes sociales y cuestionamientos hacia las autoridades universitarias.
En la grabación que circula en redes, se observa cómo un estudiante confronta al docente con evidente enojo. Tras gritarle: “Vuélvete a burlar de mí”, el joven le propina varios puñetazos que lo derriban, ante la mirada atónita de otros alumnos.
Una estudiante intenta intervenir, diciendo que acudirán a la Dirección para reportar el incidente, mientras otros simplemente observan el momento sin intervenir físicamente.
De acuerdo con testimonios estudiantiles, el profesor ya había sido señalado por ejercer acoso y violencia escolar, y los alumnos habían presentado un escrito al rector Felipe Olimpo, solicitando medidas. Sin embargo, aseguran que sus quejas fueron ignoradas por las autoridades.
“Nos cansamos de que se burlara de nosotros, de que nos humillara en clase. El rector nunca hizo nada”, escribió una alumna en una publicación que acompaña el video en redes sociales.
Tras el incidente, la universidad emitió un breve comunicado informando que el docente fue separado temporalmente de su cargo, y que el caso está siendo analizado por el cuerpo académico y jurídico de la institución. Hasta el momento, no se ha informado si el alumno enfrentará alguna sanción disciplinaria o legal.
La Universidad Politécnica de Tulancingo no ha ofrecido declaraciones oficiales amplias ni ha confirmado si existía un historial formal de quejas contra el profesor, lo que ha provocado mayor indignación entre la comunidad estudiantil.
El caso ha generado debate en redes sociales sobre hasta qué punto es justificable una reacción violenta, y sobre la responsabilidad de las instituciones educativas al no atender denuncias tempranas de abuso o acoso.
“Si el maestro acosaba, la universidad debió actuar antes. Pero la violencia nunca es la solución”, opinó un catedrático en X.
“No se justifica la agresión, pero tampoco que un maestro abuse de su poder frente a jóvenes”, publicó otra usuaria.
La universidad enfrenta ahora la presión de padres, alumnos y organizaciones civiles, quienes exigen:
Una investigación imparcial
Medidas de protección para los alumnos
Una revisión de los protocolos para atender denuncias internas
Y transparencia en el manejo del caso
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