Lo que inició como un espectáculo de comedia para amenizar una posada empresarial terminó en un altercado físico que se volvió viral en redes sociales, luego de que el payaso conocido como Pichurris golpeara a uno de los asistentes tras recibir un comentario ofensivo relacionado con su pareja.
El incidente ocurrió durante una celebración decembrina organizada por empresas de transporte de pasajeros, entre ellas Movibus, donde se contrató al comediante para ofrecer un show humorístico dirigido a trabajadores y personal administrativo. De acuerdo con los videos difundidos en plataformas digitales, el ambiente estaba marcado por el consumo de alcohol y una participación activa del público.
Durante una de las dinámicas habituales de su espectáculo, Pichurris invitó a un trabajador a subir al escenario y le cedió el micrófono, con la intención de generar interacción y risas entre los asistentes. Sin embargo, el empleado aprovechó el momento para lanzar un comentario con connotación sexual dirigido a la esposa del comediante, frase que fue interpretada como una falta grave de respeto.
La reacción del payaso fue inmediata. Visiblemente molesto, respondió con un golpe directo al rostro del espectador, lo que provocó que ambos cayeran al suelo y se desatara una breve pelea frente a decenas de asistentes. Testigos intervinieron rápidamente para separarlos y evitar que la situación escalara aún más.
El altercado fue grabado por varias personas presentes y compartido en redes sociales, donde en cuestión de horas generó miles de reproducciones y comentarios. El caso abrió un debate sobre los límites del humor, la responsabilidad de los artistas frente al público y el papel de los asistentes en espectáculos donde el consumo de alcohol suele desinhibir conductas.
Usuarios en redes sociales se dividieron en opiniones. Mientras algunos señalaron que el comentario del trabajador fue una provocación inaceptable y justificaron la reacción del comediante al defender a su pareja, otros criticaron el uso de la violencia en un evento laboral y cuestionaron la profesionalidad del artista al perder el control frente al público.
Hasta el momento, ni la empresa organizadora ni el propio comediante han emitido un posicionamiento oficial sobre lo ocurrido. Tampoco se ha informado si habrá consecuencias legales o administrativas derivadas del altercado.
El hecho deja sobre la mesa una discusión recurrente: hasta dónde llega el humor y en qué punto se convierte en agresión, así como la importancia de mantener límites claros en eventos públicos y laborales, donde la convivencia y el respeto deberían prevalecer sobre cualquier espectáculo.
@davidabreu5457
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