EU-.En Estados Unidos ha salido a la luz un tenebroso caso en el que una pequeña de 3 años de edad falleció mientras le realizaban un supuesto exorcismo en una iglesia localizada en el estado de California.
La menor identificada como Arely Naomi Proctor fue encontrada muerta el pasado 24 de septiembre del 2021, en la Iglesia Apóstoles y Profetas en San José, con múltiples heridas, la mayoría de gravedad, debido a un exorcismo realizado a manos de su madre, tío y abuelo.
De acuerdo con el NY Post, la pequeña había intentado huir de sus agresores al momento en que le practicaban el exorcismo e incluso le dijo “te amo” a su mamá, Claudia Hernández, en un intento de parar la tortura a la que estaba siendo sometida.
La familia estuvo involucrada en su homicidio
Además de la madre de la víctima, el hermano de Claudia, que responde a la identidad de Aarón, así como el padre de ambos, René, están siendo acusados por el delito de asalto agravado cometido en contra de una niña menor de 8 años que resultó en su deceso.
Durante su testimonio, Claudia aseguró que su hijo estaba poseída, por lo que inicialmente intentó inducir el vómito, sin embargo, al no ver resultados la llevó a una iglesia local con el fin de llevar a cabo una ceremonia de oración.
En la autopsia se reveló que la causa de muerte de Arely fue por asfixia mecánica y sofocación, así como múltiples lesiones graves, tales como hinchazón cerebral y heridas en cuello y boca.
A la espera del juicio
Debido a que el caso aún se encuentra en proceso judicial, será hasta el 10 de mayo cuando se anuncie si los acusados enfrentarán un juicio por la muerte de la niña o no, pues continúan a la espera de conocer el fallo de un juez local.
En tanto el proceso legal continúa, se ha informado que los acusados permanecen en prisión sin derecho a fianza.
Además, cabe destacar que no es el primer caso que involucra a la Iglesia Apostoles y Profetas, pues anteriormente fueron investigados por el secuestro del bebé Brandon Cuellar, teniendo a la feligresa, Yesenia Guadalupe Ramírez, como la principal sospechosa del delito.