Horror, negligencia y rituales macabros en un rincón de Pachuca de Soto
Pachuca, Hidalgo.– Lo que parecía una diligencia de rutina terminó en una escena de horror absoluto. Dos agentes de la División de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) fueron asesinados brutalmente tras intentar entregar una orden de restricción por violencia familiar, en una vivienda ubicada en la colonia La Loma. El lugar era en realidad una sede clandestina de una secta satánica, conocida por sus seguidores como la Capilla del Angelito Negro 666.
Los hechos ocurrieron el pasado 5 de julio, cuando los agentes fueron enviados sin armas ni refuerzos, una decisión que ha sido ampliamente criticada. La encargada de emitir esa orden, la comandanta Patricia Moya, fue destituida tras revelarse que no se activó ningún protocolo de seguridad, ni se notificó su desaparición a tiempo.
Los agentes fueron retenidos, golpeados y asesinados dentro del recinto que aparentaba ser un domicilio común, pero que albergaba actividades ritualistas relacionadas con el culto satánico.
Cuatro personas —tres hombres y una mujer— fueron detenidas y se encuentran ya bajo prisión preventiva oficiosa. Las autoridades los relacionan directamente con el grupo esotérico responsable de las muertes.
Los cargos a los que se enfrentarán incluyen:
Secuestro agravado
Narcomenudeo con fines de suministro
Posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército
Se espera que este viernes 11 de julio a las 13:30 horas se lleve a cabo la audiencia de vinculación a proceso, en la que se definirá su situación jurídica.
Uno de los agentes falleció el domingo 6, mientras que el otro murió el lunes 7 de julio a causa de las lesiones provocadas durante su cautiverio. La familia de ambos denunció la negligencia operativa de la comandancia, al no reportar su desaparición de inmediato, lo que retrasó el rescate.
“Los mandaron como si fueran a entregar una pizza, no a enfrentar a una secta criminal. No tenían armas, ni chalecos, ni apoyo. Era una trampa”, declaró un familiar visiblemente molesto.
El procurador interino Francisco Fernández Hasbun prometió una investigación a fondo y anunció una reestructuración profunda dentro de la Policía de Investigación estatal.
“Es inaceptable que nuestros agentes sigan siendo carne de cañón. Vamos a actuar hasta donde tope”, afirmó en rueda de prensa.
Según los primeros informes, el lugar fungía como fachada para actividades ilegales relacionadas con narcomenudeo y posibles rituales violentos. Dentro de la vivienda se localizaron símbolos esotéricos, armas, drogas y documentos con contenido presuntamente satánico. Las autoridades ya investigan si existen otras células de esta agrupación en el estado.
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