La mujer, identificada como Elizabeth Patricia, insultó y agredió a empleados del edificio donde vive; se presume que es extranjera y presume ser millonaria
Ciudad de México.– Un nuevo caso de prepotencia e intolerancia se ha hecho viral en redes sociales, protagonizado por una mujer extranjera identificada como Elizabeth Patricia, apodada ya como “Lady Perú”. El video que circula ampliamente muestra cómo la mujer insulta, grita e incluso escupe a trabajadores que realizaban labores de mantenimiento en el edificio donde reside, presuntamente por molestarse por el ruido.
La grabación muestra a la mujer sentada en un mueble, discutiendo airadamente con los empleados del edificio. En cierto momento, lanza un escupitajo a uno de los trabajadores, se levanta sobre el mobiliario y comienza a caminar descalza y a gritar. También se le escucha jactarse de su estatus económico y social:
“Soy millonaria, soy inversora, tengo poder”, dice en el video mientras reta verbalmente a los presentes y amenaza con que las autoridades no le harán nada.
La actitud de la mujer ha generado fuerte indignación en redes sociales, donde usuarios la apodaron como “Lady Perú” y pidieron su expulsión del país o sanciones legales por agresión y discriminación.
El incidente también ha abierto nuevamente el debate sobre el comportamiento de algunos extranjeros en México, sobre todo en zonas residenciales de alta demanda donde se registran constantes fricciones entre inquilinos y personal de mantenimiento.
Este caso se suma al de la actriz Ximena Pichel, de origen argentino, quien recientemente fue captada agrediendo verbalmente a un agente de tránsito en la capital mexicana, usando expresiones xenófobas y clasistas. Pichel, tras la presión pública, entregó una carta de disculpa formal a la policía de la CDMX y pidió reunirse con el oficial para ofrecerle una disculpa directa.
En contraste, hasta el momento Elizabeth Patricia no ha ofrecido ninguna disculpa pública ni ha respondido por sus actos.
Hasta ahora no se ha informado si los trabajadores agredidos han interpuesto alguna denuncia formal, aunque expertos en derecho señalan que los actos podrían constituir una falta administrativa o incluso un delito menor si hay pruebas suficientes del ataque físico (escupir) y verbal.
El caso ha levantado una vez más la discusión sobre la necesidad de regular el comportamiento y respetar los derechos laborales de quienes trabajan en condominios y zonas residenciales, así como el trato hacia el personal de mantenimiento por parte de residentes.
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