México profundiza el debate sobre la jornada laboral: avance hacia las 40 horas semanales y el contraste con modelos que promueven jornadas de 16 horas diarias
Por Redacción
14 de noviembre de 2025
La discusión sobre la reducción de la jornada laboral en México volvió a colocarse en el centro de la agenda pública, mientras el país se prepara para una posible transformación histórica en la forma de organizar el trabajo. La propuesta, impulsada por el Gobierno Federal y respaldada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), pretende disminuir paulatinamente la jornada de 48 a 40 horas semanales entre 2026 y 2030.
Sin embargo, el debate ha revelado profundas contradicciones entre quienes buscan mejorar la calidad de vida de los trabajadores y quienes promueven modelos laborales intensivos, como el del joven empresario internacional Daksh Gupta, quien ha generado controversia al defender jornadas de hasta 16 horas al día.
Una transición escalonada hacia las 40 horas
De acuerdo con fuentes parlamentarias y reportes de la STPS, la reducción no ocurrirá de forma inmediata ni uniforme. El plan contempla cinco etapas, distribuidas año por año, con el propósito de permitir que las empresas ajusten procesos y redistribuyan cargas laborales sin afectar sus operaciones.
Las etapas propuestas son las siguientes:
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46 horas semanales en 2026
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44 horas en 2027
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42 horas en 2028
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41 horas en 2029
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40 horas en 2030
La presidenta Claudia Sheinbaum ha explicado que el objetivo es “colocar la calidad de vida de los trabajadores en el centro”, sin poner en riesgo la productividad del país. La funcionaria ha insistido en que la reforma garantizará que los salarios no disminuyan y que se implementarán incentivos para las empresas que mejoren procesos operativos o adopten tecnologías que les permitan adaptarse a la nueva realidad.
El argumento social: salud, bienestar y productividad
Organismos internacionales del trabajo han señalado durante años que México es uno de los países donde más horas se trabaja y donde menos productividad por hora se obtiene. Según estos análisis, la reducción de jornadas podría mejorar la eficiencia y disminuir el desgaste físico y emocional entre los empleados.
La STPS ha enfatizado que una parte fundamental de la propuesta es combatir el agotamiento laboral, conocido como burnout, un fenómeno que se ha extendido entre trabajadores de distintos sectores, desde la manufactura y la atención al público hasta áreas administrativas.
Expertos en salud laboral han destacado que jornadas más cortas no solo mejoran el bienestar emocional, sino que fortalecen la convivencia familiar y reducen problemas asociados al estrés, como trastornos del sueño, ansiedad y enfermedades cardiovasculares.
El contrapeso empresarial: costos operativos y retos de organización
No obstante, la iniciativa enfrenta cuestionamientos por parte de diversos sectores empresariales. Asociaciones de pequeñas y medianas empresas, así como representantes de la industria manufacturera, han advertido que la reducción de horas sin disminución salarial implicará costos adicionales.
Las principales preocupaciones incluyen:
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contratación de personal extra
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pago de horas adicionales
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reorganización de turnos en sectores que operan 24 horas
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incremento de gastos operativos
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afectación temporal a la competitividad
Expertos en economía laboral subrayan que, para ciertos sectores, como salud, logística o producción intensiva, el ajuste podría significar una mayor carga administrativa y la necesidad de implementar tecnología para compensar las horas reducidas.
El factor psicológico: ¿menos horas o más presión?
Un punto crucial que algunos especialistas han señalado es que reducir horas no necesariamente disminuye la presión laboral. Advierten que, si las empresas no ajustan objetivos, los trabajadores podrían verse obligados a realizar el mismo volumen de trabajo en menos tiempo, lo que incrementaría los niveles de estrés, ansiedad y agotamiento.
Para evitar estos efectos, recomiendan que cada empresa establezca políticas internas claras, revise sus metas de rendimiento y asegure que la reforma no se convierta en una exigencia silenciosa de mayor productividad.
El contraste internacional: jornadas de 80 horas semanales
Mientras México se encamina hacia una jornada más humana, en otras partes del mundo aún predominan modelos que promueven horarios extremadamente prolongados. Así ocurrió con las declaraciones recientes de Daksh Gupta, director ejecutivo de la startup de inteligencia artificial Greptile, quien sostuvo que el éxito laboral requiere jornadas de hasta 80 horas semanales.
En entrevista difundida por medios internacionales, Gupta aseguró que su día de trabajo inicia a las nueve de la mañana y concluye a las once de la noche, y afirmó que quienes no entregan el “100 por ciento” quedan fuera de competencia.
Sus comentarios generaron críticas de especialistas en recursos humanos y salud mental, quienes señalaron que estas prácticas pueden provocar deterioro físico, trastornos psicológicos y pérdida de productividad.
Aunque el propio Gupta reconoció que este modelo “no es sostenible a largo plazo”, justificó su postura argumentando que el ámbito tecnológico global exige un nivel de entrega excepcional.
La implementación en México: incentivos, gradualidad y acompañamiento
La propuesta de reforma en México incorpora mecanismos de apoyo para las empresas durante la transición. Entre ellos se contempla:
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incentivos fiscales para quienes demuestren eficiencia operativa
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acompañamiento técnico para reestructurar horarios
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flexibilidad por sector para ajustar turnos
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estímulo a la modernización de procesos
La Secretaría del Trabajo también ha reiterado que los sindicatos y empleadores deberán colaborar para garantizar que el cambio no afecte los derechos laborales ni genere condiciones de sobrecarga de trabajo.
Recomendaciones para trabajadores
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mantenerse informados sobre las etapas de implementación
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solicitar claridad en nuevos horarios y descansos
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acudir a asesoría laboral si se observa un aumento en la carga de trabajo
Recomendaciones para empresas
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analizar capacidad operativa y recursos disponibles
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reorganizar turnos sin comprometer productividad
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invertir en tecnología que permita optimizar procesos
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implementar políticas de bienestar laboral
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales representa un cambio profundo y esperado para millones de mexicanos. Se trata de un paso hacia modelos laborales más equilibrados y saludables, aunque no exentos de retos.
El contraste con figuras como Daksh Gupta deja en evidencia la diversidad de perspectivas que existen hoy en el mundo respecto al valor del tiempo, la eficiencia y el bienestar.

