Con un control de Xbox en la mano, la legisladora lanzó un contundente mensaje contra la propuesta de gravar videojuegos con contenido violento
Ciudad de México.– La diputada Iraís Reyes se pronunció este jueves en contra del nuevo impuesto propuesto a los videojuegos con contenido violento, medida que ha generado polémica entre jugadores, desarrolladores y especialistas.
Durante su mensaje, la legisladora sostuvo un control de Xbox mientras expresaba su rechazo a lo que calificó como una política absurda e injustificada.
“No a los impuestos absurdos, sí a combatir la violencia real”, declaró Reyes en tribuna.
“Los videojuegos no generan delincuencia”
En su intervención, la diputada cuestionó los argumentos detrás del impuesto y defendió la cultura gamer, señalando que no existe evidencia científica que vincule los videojuegos con conductas delictivas o violentas.
“Como si jugar fuera un problema de salud pública, como si la violencia de este país viniera de las consolas de videojuegos y como si los gamers fueran delincuentes”, afirmó.
“Esto solo es una excusa para recaudar. Nadie se vuelve criminal por sobrevivir al Apocalipsis en The Last of Us”, agregó.
“La violencia real la produce la impunidad”
Reyes enfatizó que el verdadero problema no está en el entretenimiento digital, sino en la falta de justicia y seguridad.
“La ficción no produce delincuentes. La violencia la genera un Estado que ha normalizado la impunidad y que no ha cumplido con su deber de proteger a la gente”, dijo.
También comparó la situación de México con otros países:
“Si esto fuera real, países como Japón o Corea del Sur —los mayores consumidores de videojuegos— serían los más violentos del mundo, y no lo son”.
Contexto del debate
El nuevo impuesto a los videojuegos con contenido violento ha sido propuesto como parte de un paquete fiscal que busca regular productos digitales que, según sus impulsores, podrían tener impacto negativo en menores de edad.
Sin embargo, expertos y gamers han criticado la medida, asegurando que se trata de un intento recaudatorio disfrazado de política pública.
La postura de la diputada Iraís Reyes fue ampliamente difundida en redes sociales, donde su discurso con el control de Xbox en mano se volvió tendencia nacional entre la comunidad gamer.