TOLUCA — Andrés Filomeno Mendoza, mejor conocido como el “Caníbal de Atizapán”, fue hospitalizado de emergencia este miércoles 6 de agosto tras ser trasladado desde el penal de Tenango del Valle a un hospital en Toluca, bajo un riguroso operativo de seguridad.
Aunque las autoridades no han confirmado la causa exacta de la hospitalización ni el nombre del centro médico al que fue llevado, fuentes cercanas a la investigación señalaron que el motivo podría estar relacionado con complicaciones por su edad avanzada —supera los 70 años— o deterioro emocional provocado por su prolongado encierro.
Mendoza fue arrestado en mayo de 2021 tras el hallazgo de restos humanos en su domicilio, ubicado en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. El caso estremeció al país por su nivel de crueldad, premeditación y brutalidad.
Durante más de dos décadas, el feminicida atrajo a mujeres a su hogar con engaños para después asesinarlas, desmembrarlas y —según revelaron pruebas forenses— practicar actos de canibalismo.
En la vivienda de Andrés Filomeno fueron encontrados:
Diarios con descripciones detalladas de los crímenes
Pertenencias personales de varias víctimas
Restos humanos y evidencia forense que lo vincula directamente con al menos 19 feminicidios
Sin embargo, las autoridades no descartan que el número real de mujeres asesinadas sea aún mayor, ya que el sujeto llevaba más de 20 años cometiendo crímenes sin ser detectado.
El traslado al hospital no representa una liberación, aclararon fuentes de seguridad. En estos casos, el recluso permanece en todo momento bajo custodia especial, acompañado por guardias armados y monitoreo constante, con acceso restringido a cualquier contacto exterior.
Aunque la Secretaría de Seguridad del Estado de México no ha emitido un parte oficial, versiones extraoficiales apuntan a:
Complicaciones médicas propias de su edad
Posible deterioro físico por aislamiento prolongado
Condiciones psiquiátricas crónicas
Este sería el primer traslado hospitalario registrado públicamente desde su captura, lo que sugiere una situación médica de cuidado.
El caso de Filomeno Mendoza se convirtió en uno de los más escalofriantes en la historia criminal reciente del país, no solo por la naturaleza de sus crímenes, sino por la impunidad con la que actuó durante años, en pleno centro urbano y sin levantar sospechas.
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