Familiares intentaron linchar al sospechoso al descubrirlo entre los asistentes al sepelio
ESTADO DE MÉXICO — Lo que debía ser un momento de luto y despedida, se transformó en un escenario de indignación y violencia, luego de que el presunto asesino de Jennifer, una joven de 18 años, fuera detenido durante su propio funeral, en la comunidad de San Ildefonso.
Jennifer fue encontrada muerta y amordazada el pasado miércoles 23 de julio dentro de su domicilio. El hallazgo fue hecho por su novio, quien acudió a buscarla tras no recibir respuesta a varias llamadas. La escena era estremecedora: estaba atada de manos, con huellas evidentes de violencia.
El padrastro, el principal sospechoso
De acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la línea principal de investigación apunta al padrastro de la joven como probable responsable del feminicidio.
El hombre llegó al entierro de Jennifer como si nada, sin imaginar que familiares y amigos ya lo señalaban por el crimen. Según testigos, aún presentaba marcas de defensa, presuntamente hechas por la joven al resistirse al ataque.
Intentaron lincharlo en el panteón
El clima de dolor se tornó en furia cuando algunos asistentes lo reconocieron y lo enfrentaron, acusándolo de ser el autor del crimen. La tensión estalló y varios presentes comenzaron a golpearlo brutalmente, intentando lincharlo ahí mismo, lo que provocó una fuerte movilización de policías municipales, quienes intervinieron para rescatarlo de la muchedumbre.
“¡Él la mató, no lo dejen ir!”, se escuchaba gritar a familiares entre llanto y rabia.
El sujeto fue finalmente trasladado a las instalaciones del Ministerio Público, donde quedó a disposición del área de Feminicidios.
La violencia feminicida no da tregua
Este caso vuelve a poner en evidencia la grave situación de violencia de género en el Estado de México, una de las entidades con mayor número de feminicidios registrados en el país en los últimos años.
Jennifer, de apenas 18 años, se suma a una larga lista de víctimas que no encontraron protección a tiempo. Vecinos de la zona exigen justicia inmediata, y que el caso no quede en el olvido como tantos otros.
“Que no lo suelten, que lo juzguen como se debe. Jennifer era una niña buena, no merecía esto”, dijo una vecina de la familia.
La investigación sigue abierta
Las autoridades continúan recabando evidencias y testimonios, y en las próximas horas podría definirse si el detenido es vinculado a proceso por feminicidio, lo cual podría derivar en una pena de hasta 70 años de prisión, si se comprueba su responsabilidad.