Las niñas, de 11 y 9 años, fueron halladas sin vida junto a su madre en las afueras de Hermosillo; se investiga feminicidio por violencia familiar
SONORA.- Un crimen atroz ha sacudido a México. El asesinato de una madre y sus tres hijas —dos gemelas de 11 años y una niña de 9— ocurrido este fin de semana en los alrededores de Hermosillo, capital del estado de Sonora, ha generado indignación y tristeza en todo el país.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) confirmó que las víctimas eran integrantes de una misma familia que residía en el vecindario Tierra Nueva, una zona marcada por la marginación, la violencia y el abandono institucional.
El viernes 5 de julio, peritos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal localizaron el cuerpo de la madre, una mujer de 28 años de edad, con signos evidentes de violencia: golpes y heridas cortantes en el rostro. El hallazgo se registró en las inmediaciones de la comunidad Miguel Alemán, a unos 50 kilómetros de Hermosillo.
Un día después, el sábado por la mañana, una llamada anónima alertó al colectivo Buscadoras por la Paz de Sonora, liderado por Cecilia Delgado, sobre la presencia de más cuerpos en la misma zona.
“Nosotros nos dirigimos al sitio y avisamos a las autoridades. Al llegar encontramos una escena de horror. Las gemelas abrazaban a su hermana más pequeña como queriendo protegerla, pero fueron asesinadas a balazos. Esa imagen la tendré en mi mente siempre”, relató Delgado.
Las tres niñas fueron encontradas sin vida, vestidas con pijamas, lo que sugiere que el ataque pudo haber ocurrido durante la noche o madrugada.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, la principal hipótesis que se maneja es la de un feminicidio múltiple por violencia familiar o doméstica. Sin embargo, la Fiscalía estatal señaló que todas las líneas de investigación están abiertas, y que se realizará una indagatoria exhaustiva para esclarecer los hechos y dar con el o los responsables.
Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para realizar las autopsias correspondientes. Por el momento, no se ha informado sobre personas detenidas o sospechosas directas.
Las víctimas vivían en Tierra Nueva, un barrio periférico al norte de Hermosillo, caracterizado por la alta marginación, violencia familiar, consumo de drogas y alcohol, y escaso acceso a servicios públicos.
El crimen pone nuevamente bajo la lupa la situación de vulnerabilidad que enfrentan miles de mujeres y niñas en México, especialmente en zonas con altos índices de violencia estructural y pobreza.
La noticia ha causado conmoción tanto a nivel local como nacional. Colectivos feministas y de derechos humanos han exigido justicia inmediata y medidas urgentes para prevenir este tipo de crímenes. En redes sociales, ciudadanos de todo el país han expresado su indignación y llamado a no permitir que este caso quede impune.
La FGJES ha prometido mantener informada a la sociedad sobre los avances del caso y dar certeza jurídica a los familiares de las víctimas.
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