Navolato, Sinaloa.— La vivienda donde fue abatido Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El Perris”, dejó de ser una simple casa modesta para convertirse en evidencia de una operación táctica del narcotráfico. El pasado 23 de mayo, el domicilio fue escenario de un intenso enfrentamiento armado entre fuerzas militares y civiles, que culminó con la muerte de uno de los presuntos operadores del Cártel de Sinaloa.
Ubicada en la colonia Limontita, frente a una estación de gas LP, la casa pintada en tonos rojo y café parecía una construcción común. Sin embargo, su doble acceso, conexión trasera con otra vivienda y puertas reforzadas dejaban entrever su diseño con fines defensivos.
Las fuerzas militares llegaron al inmueble alrededor de las 15:30 horas. Desde su interior, El Perris respondió al fuego, lo que dio inicio a un tiroteo de varios minutos que se extendió hasta la colonia CTM.
Durante el operativo, dos elementos del Ejército Mexicano resultaron heridos y una mujer perdió la vida. El cuerpo de El Perris fue hallado en una de las habitaciones del domicilio, en ropa interior y con un arma de fuego a su lado.
Según los informes oficiales, resistió el ataque desde el interior hasta ser neutralizado por las autoridades.
La vivienda contaba con una entrada principal reforzada y una segunda fachada humilde, aún en obra negra. Este diseño, según las autoridades, habría servido para permitir escapes rápidos o despistar operativos.
Vecinos declararon que la casa rara vez mostraba actividad, lo que ayudó a que permaneciera desapercibida por semanas, pese a estar en una ubicación clave cerca del Camino Real a Navolato.
Tras el tiroteo, la escena mostraba portones destrozados, impactos de bala en paredes, vidrios rotos y hasta un cartel político perforado por disparos. En el techo, ladrillos alineados como posibles trincheras improvisadas revelaban una preparación previa para defensa.
El área fue asegurada por elementos de la Guardia Nacional, Secretaría de Marina y Policía Estatal Preventiva, en espera de una orden de cateo para continuar las investigaciones.
Jorge Humberto Figueroa Benítez era considerado jefe de seguridad de una facción del Cártel de Sinaloa y uno de los objetivos prioritarios de las fuerzas federales. Su cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para las diligencias correspondientes.
Hasta el momento, no se ha confirmado si hubo detenidos adicionales, pero el domicilio permanece bajo vigilancia como parte de las diligencias de la Fiscalía General de la República.
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