Ciudad de México.– En una nueva escalada de tensiones entre el equipo legal de Ovidio Guzmán y el Gobierno de México, el abogado estadounidense Jeffrey Lichtman denunció públicamente haber sido objeto de amenazas, ataques mediáticos y una supuesta campaña de desprestigio, luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum anunciara una demanda por difamación en su contra.
Durante su podcast “Beyond The Legal Limit”, Lichtman abordó el conflicto que surgió tras sus declaraciones en una conferencia en Chicago, en el contexto de la reciente confesión de culpabilidad de Ovidio Guzmán en una corte federal de Estados Unidos.
“Lo que ocurrió después fue muy sorprendente. Amenazas, insultos, ataques de una prensa servil alineada con el gobierno mexicano. No voy a quedarme callado”, expresó Lichtman en su emisión.
Asegura que fue tergiversado
Lichtman defendió sus palabras, asegurando que sus comentarios estaban enfocados en posibles interferencias extranjeras en el caso de su cliente y no eran ataques personales contra México o su gobierno.
“Ciertamente pido disculpas por mi lenguaje duro, si lo hubo. No me interesan la política mexicana, de verdad… antes de esto ni siquiera sabía los nombres de los dos partidos enfrentados en México”, afirmó.
El abogado también aclaró que no tiene animadversión contra México, y que su intervención fue sacada de contexto para generar una distracción política, insinuando que la administración de Sheinbaum utilizó el conflicto como una cortina de humo.
Libertad de expresión, el centro del debate
Uno de los puntos más duros en su discurso fue la comparación entre los sistemas jurídicos de México y Estados Unidos, donde defendió su derecho a expresarse y a ejercer libremente su labor como abogado defensor:
“Esto es Estados Unidos, no un país tercermundista donde políticos de poca monta intentan destruir los derechos constitucionales para mantenerse en el poder”, acusó Lichtman, provocando reacciones encontradas tanto en México como en el extranjero.
No quiere protagonismo, dice
Lichtman negó estar buscando exposición mediática y aseguró que lo único que desea es poder ejercer su labor profesional sin interferencias ni represalias, al tiempo que reiteró su respeto por el pueblo mexicano:
“No quiero ser la noticia respecto a mi cliente o lo ocurrido. Nunca quiero. Hagan su trabajo cuidando al pueblo de México. Los eligieron, confiaron en ustedes. Déjenme hacer mi trabajo”, concluyó.
Crece la tensión diplomática y mediática
El conflicto se suma a la ya delicada relación binacional en temas de crimen organizado, extradiciones y juicios de alto perfil. La declaración de culpabilidad de Ovidio Guzmán en EE.UU. ya había generado controversia por lo que implica para el Cártel de Sinaloa y sus vínculos internacionales.
Ahora, el protagonismo del abogado defensor y sus declaraciones podrían tensar aún más los vínculos entre ambos países, especialmente si la presidencia mexicana avanza con acciones legales.