Atlanta, Georgia.– Un bebé prematuro nació la madrugada del pasado viernes 13 de junio en el Hospital de la Universidad de Emory, luego de que su madre, Adriana Smith, permaneciera conectada a soporte vital durante cuatro meses tras ser declarada con muerte cerebral, debido a las leyes antiaborto vigentes en Georgia.
El bebé, nombrado Chance, nació por medio de una cesárea de emergencia con un peso aproximado de 1 libra y 368 gramos (menos de un kilo), y actualmente se encuentra luchando por sobrevivir en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
La madre no pudo ser desconectada por ley estatal
Smith, quien era enfermera de profesión, fue declarada con muerte cerebral en febrero, pero la familia no pudo autorizar el retiro del soporte vital debido a una ley aprobada en Georgia tras la revocación de Roe vs Wade, que prohíbe interrumpir el embarazo desde que se detecta actividad cardíaca en el embrión, es decir, alrededor de las seis semanas de gestación.
“No teníamos poder de decisión. Todo fue por la ley estatal, no por lo que queríamos como familia”, denunció su madre, April Newkirk, en entrevista con el canal WXIA-TV.
Está previsto que Smith sea desconectada del soporte vital este martes 17 de junio, ahora que el bebé ha nacido.
Debate nacional por impacto de leyes restrictivas
El caso de Adriana Smith ha cobrado notoriedad en todo Estados Unidos al poner sobre la mesa los dilemas éticos y legales que surgen tras la eliminación del derecho constitucional al aborto en 2022 por parte de la Corte Suprema. Desde entonces, estados como Georgia han aprobado leyes que, según críticos, limitan gravemente los derechos de las familias en situaciones extremas.
Organizaciones de derechos reproductivos han manifestado su preocupación por lo que consideran un “uso cruel de la ley”, mientras sectores conservadores defienden la decisión como una medida para proteger la vida del feto.
