EU-.Kristel Candelario, una ecuatoriana residente en Estados Unidos, fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por la muerte de su hija Jaylin, de tan solo 16 meses. La niña falleció en condiciones espantosas de hambre y frío después de que su madre la dejara sola durante diez días para disfrutar de unas vacaciones en Detroit, Michigan y Puerto Rico.
Su decisión de abandonar a su hija de apenas 16 meses para satisfacer sus propios deseos ha terminado en una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, que refleja la gravedad de sus acciones.
Durante el juicio, se revelaron detalles escalofriantes sobre las condiciones en las que Jaylin fue encontrada después de días de abandono. Envuelta en sábanas sucias y llenas de excrementos, la pequeña había sufrido de deshidratación severa y malnutrición, dejando claro el sufrimiento extremo que experimentó antes de su fallecimiento.
La condena a cadena perpetua sin libertad condicional no solo busca castigar el crimen cometido por Candelario, sino también enviar un mensaje contundente sobre la importancia de proteger y cuidar a los más vulnerables de la sociedad, especialmente a los niños que dependen completamente de sus padres para su bienestar y seguridad.
Este caso ha generado un debate público sobre los sistemas de apoyo a las familias y la necesidad de identificar y abordar las situaciones en las que los padres pueden necesitar ayuda adicional para cumplir con sus responsabilidades parentales.
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