Longney, Inglaterra.– Una tragedia sacudió a la comunidad de Gloucestershire luego de que una niña de apenas 3 años, identificada como Felicity Keepin, muriera días después de ser lanzada por una fuerte ráfaga de viento mientras jugaba en un brincolín en su casa.
El accidente ocurrió el pasado 10 de mayo, cuando un fenómeno climático descrito como un “minitornado” azotó la zona. Según testigos, el viento levantó la cama elástica —de 3.6 metros de diámetro— y la arrojó por encima de un seto, mientras la niña era lanzada a gran distancia.
El brincolín contaba con red de seguridad, había sido comprado apenas una semana antes, y la pequeña estaba bajo la supervisión directa de su madre. Sin embargo, el equipo no estaba anclado al suelo, algo que los fabricantes suelen recomendar pero que muchas familias desconocen como precaución obligatoria.
Murió una semana después del accidente
Felicity fue trasladada por aire al Hospital Infantil de Bristol, donde permaneció hospitalizada durante siete días. Falleció el 17 de mayo a causa de las heridas sufridas durante el impacto.
Durante una audiencia en el Tribunal Forense de Gloucestershire, el forense Roland Wooderson calificó el hecho como “la peor pesadilla de cualquier padre”, y determinó que se trató de una muerte accidental.
Wooderson reconoció que anclar el brincolín podría no haber evitado la tragedia, debido a la inusual intensidad del viento, aunque subrayó la importancia de crear conciencia sobre los riesgos que estos juegos pueden representar ante eventos climáticos extremos.
Vecinos describieron el sonido del viento como el de un “tren de carga”. Uno de ellos, Adam Nash, declaró que la fuerza del aire dejó marcas visibles en los setos, y que el “minitornado” tenía al menos 2.2 metros de ancho.
“Fue un accidente extraordinario, trágico e imprevisto”, concluyó el forense, llamando a los padres a estar mejor informados sobre medidas de seguridad en juegos al aire libre.