Exactamente hace dos años publicamos en este mismo espacio que el Tren Maya sería verde… militar, e hicimos un repaso sobre el papel del Ejército y su participación en la construcción de los tramos 5, 6 y 7, que van de Tulum a Chetumal y de Chetumal a Escárcega, Campeche, atravesando la reserva natural, cultural y patrimonial protegida de Calakmul.
Días atrás había salido de la base militar de Santa Lucía, un convoy con 36 vehículos, 34 tractocamiones, 12 unidades de maquinaria pesada, 6 camiones de volteo, 9 oficinas móviles y 2 camionetas escoltas y 75 ingenieros de diferentes especialidades para acelerar los trabajos, alcanzando en su punto máximo, hasta 40,000 soldados haciendo múltiples funciones.
En diciembre de 2023, el Tren Maya se inauguró a medias en medio de una mega campaña de promoción por las plataformas oficiales del gobierno, secretarías y funcionarios, así como con ayuda de sus medios satélites y comunicadores funcionales en redes sociales.
Haciendo a un lado la incalculable devastación ambiental, los daños irreparables para la flora y fauna de la región y el destape de su millonario costo del que se han beneficiado los amigos y familiares de Andrés Manuel y Gonzalo Alonso López Beltrán, lo cierto es que no ha pasado ni un año de esa inauguración incompleta y la obra insignia de López Obrador ya tuvo su primer fracaso operacional.
El pasado 25 de marzo, usuarios del Tren Maya reportaron el descarrilamiento de uno de los vagones del ferrocarril que realizaba el cambio de vías cuando iba hacia Cancún, Quintana Roo procedente de Campeche. El tren iba a 10 kilómetros por hora y afortunadamente no hubo lesionados ni daños de consideración.
Ayer, durante la conferencia mañanera, el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, reveló que el incidente del Tren Maya en Tixkokob se debió a una falla manual en el aparato de cambio de vía y reconoció que este mecanismo debe ser automatizado, pero aún no se encuentra listo.
“Este sistema es automatizado, pero todavía no tenemos completo el sistema y se hace de manera manual, personal de garroteros son los que hacen esta operación (…) pasaron tres trenes, el último es el que toma de manera incorrecta este aparato de vía y es lo que genera que se salga de las vías. No hubo incidente, más que daños en el tren”, dijo.
En el documento presentado por el titular de la Sedena, el descarrilamiento obedeció a la falta de fijación mecánica de tornillos y a la operación manual de un sistema de cambio de vías.
Esto ocurrió en el Tramo 3, inaugurado en diciembre pasado y donde se supone que todo estaría debidamente probado y revisado.
Recordemos que, en enero de 2022, el ingeniero Víctor Hugo Martínez Rendón, quien fungió como coordinador de obras del Tramo 5, renunció al cargo al considerar técnicamente inviable y ambientalmente insostenible la decisión de mover el trazado de la parte sur de ese tramo, que va de Playa del Carmen a Tulum. Ese tramo está en control del Ejército.
Aún faltan los tramos 6 y 7, que deben pasar por cenotes, zonas arqueológicas y vulnerables medioambientalmente y donde además se contempla pasar en medio de la selva de Calakmul para ‘cerrar la pinza’ en Escárcega.
La opacidad ha sido característica esencial en este sexenio y en el Tren Maya no es la excepción. Si en temas simples no hay información clara, con los militares es peor. No hay, ni habrá datos, cifras, ni nada que indique qué está haciendo el Ejército en esos tramos.
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