CIUDAD JUÁREZ.— La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que fueron 381 los cadáveres encontrados sin cremar en el crematorio ubicado en la colonia Granjas Polo Gamboa, en un caso que ha provocado consternación y sospechas de fraude funerario y ocultamiento de cuerpos.
Los Servicios Periciales informaron que los cuerpos estaban embalsamados, lo que permitió que no se encontraran en avanzado estado de descomposición, aunque algunos ya presentaban signos de deterioro. El titular de Periciales, Javier Sánchez Herrera, detalló que los restos provenían de diferentes funerarias que contrataban el servicio de cremación en dicho establecimiento.
“Los cuerpos fueron colocados en bolsas individuales y serán trasladados al Semefo, pero no ingresarán al SIEC porque no están relacionados con delitos violentos”, indicó.
El vocero de la Fiscalía, Eloy García Tarín, dijo que el lugar, aunque contaba con permisos sanitarios, presentaba un “caos” en su interior, con cadáveres apilados, en ropa de velorio, sin refrigeración adecuada y sin el proceso de cremación que se había prometido.
“Esto abre líneas de investigación por fraude, omisiones sanitarias y posibles delitos penales si se comprueba que hubo engaño a las familias”, aseguró.
También explicó que están cruzando datos con actas de defunción y registros funerarios para determinar si se entregaron cenizas falsas, lo cual implicaría una grave falta ética y legal.
El hallazgo fue resultado de una denuncia ciudadana realizada al 911, luego de que un vecino notara olores fétidos y descubriera un cuerpo dentro de una carroza fúnebre estacionada en el patio del inmueble.
A partir de ahí, agentes ministeriales y personal de Coespris localizaron una gran cantidad de cadáveres embalsamados, acumulados en condiciones insalubres, dentro de una finca con instalaciones abandonadas y sin control del proceso funerario.
Las funerarias implicadas aún no han sido identificadas oficialmente, pero se investiga su responsabilidad. Se cuestiona cómo es que recibían supuestas cenizas sin percatarse de que los cuerpos no habían sido cremados.
“Diario llevaban cuerpos y recibían cenizas. ¿Cómo no se dieron cuenta del estado del lugar?”, cuestionó el vocero de la FGE.
Aunque no se han presentado denuncias formales de familiares, la ocultación de cadáveres es un delito penal. Si se demuestra que se vendieron servicios de cremación falsos, se configuraría fraude y abuso de confianza.
De momento, una persona está detenida y colaborando con las autoridades. La investigación no ha concluido, y se mantiene abierta la posibilidad de que surjan más responsabilidades penales y administrativas.
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