Velan los restos de Melissa Reyes, una joven madre que soñaba con dar un mejor futuro a su hijo
Ciudad Juárez.– La tragedia sorprendió a una madre juarense que jamás imaginó que el accidente que presenció aquella madrugada del domingo 2 de noviembre le arrebataría lo más preciado de su vida: su hija.
Melissa Elías Reyes, de 28 años, fue una de las cinco víctimas mortales del choque e incendio ocurrido en el cruce de la avenida Tecnológico y la calle Centeno, donde un vehículo se incendió tras el impacto.
“Todo lo hacía por su hijo”
Melissa era madre de un niño de nueve años, Ricardo Damián, por quien luchaba todos los días para salir adelante. “Todo lo hacía por él”, relató su madre, Elizabeth Reyes Chávez, entre flores y veladoras durante el sepelio.
Recordó que su hija soñaba con aprender a aplicar pestañas y abrir un pequeño negocio, pero las dificultades económicas se lo impidieron. “Decía que quería estudiar, pero que era caro, y siempre pensaba primero en su niño”, expresó con la voz entrecortada.
Una vida de lucha y pérdidas
La vida de Melissa no fue sencilla. A los 16 años perdió a su primer hijo en un accidente doméstico, y años más tarde enfrentó la muerte de su padre.
“He pasado por mucho dolor –dijo Elizabeth–, perdí a mi esposo, a mi nieto y ahora a mi hija. Ella siempre fue fuerte, pero la vida no le dio tiempo de cumplir todo lo que soñaba.”
Melissa trabajó en una joyería y, tras ser liquidada, usó el dinero para comprar un automóvil con el que planeaba trasladarse con mayor facilidad para buscar empleo y llevar a su hijo a la escuela. “Decía que ya no quería batallar con el camión”, recordó su madre. Sin embargo, el vehículo comenzó a presentar fallas poco tiempo después.
En casa, madre e hija se apoyaban mutuamente. Vendían menudo y chilindrinas para completar los gastos, y cuando la situación se complicaba, Melissa siempre encontraba alternativas. “Una vez la vi llorar porque no podía hacerle su fiesta al niño. Él, al verla triste, le dijo que no quería nada, que solo quería verla bien”, recordó Elizabeth.
La noche del accidente
La noche del sábado 1 de noviembre, Melissa acudió a una fiesta de disfraces familiar junto a sus sobrinos y hermanos. Horas más tarde, salió con una amiga.
En la madrugada del domingo 2 de noviembre, su madre se percató de un accidente mientras pasaba por la zona del Tecnológico. “Vi el carro envuelto en llamas. Marqué varias veces a su teléfono, pero no me contestó”, contó.
Fue entonces cuando una joven presente en el lugar le mencionó el nombre de una de las víctimas —la amiga de Melissa— y en ese momento Elizabeth entendió lo impensable: su hija estaba dentro del vehículo incendiado.
“Que valoren la vida”
Entre el dolor, Elizabeth envió un mensaje a los jóvenes y conductores:
“Que valoren la vida. Si van a tomar, pidan un Uber o hablen con alguien que no lo haga. Que piensen en sus padres, en sus hijos. Nada vale más que la vida.”
Para ella, Melissa fue más que una hija: fue su amiga y su compañera de lucha. Hoy, su legado permanece en su pequeño hijo, Ricardo Damián, quien ahora crece con los recuerdos y el amor que su madre sembró.
“Era mi hija, mi amiga y mi compañera –dijo Elizabeth–. Y ahora, todo lo que me queda de ella es él, mi nieto.”