El juicio por el brutal homicidio y mutilación de Jorge Rentería volvió a sacudir a la opinión pública este lunes, luego de que el tribunal escuchó los testimonios del hermano de la víctima y del médico legista que realizó la necropsia. Ambos relataron la forma en que el cuerpo fue localizado y las condiciones en que llegó al Servicio Médico Forense, en un caso que la Fiscalía relaciona con prácticas de carácter ritual supuestamente vinculadas a la adoración de la llamada “Santa Muerte”.
Estos testimonios se suman a un expediente que describe uno de los crímenes más estremecedores ocurridos en Ciudad Juárez, donde seis personas enfrentan juicio por el asesinato, desmembramiento y posterior ofrenda de restos humanos en un supuesto ritual criminal.
El médico forense presentó ante el tribunal un testimonio técnico pero desgarrador: el cuerpo de Jorge Rentería llegó a la morgue sin cabeza, sin extremidades y sin órganos vitales, específicamente corazón y lengua.
El cadáver había sido encontrado el 6 de diciembre en un predio sobre la avenida Fundadores, luego de que la Policía Ministerial acudiera al sitio tras un reporte ciudadano.
La ubicación del cuerpo confirmó lo que ya se investigaba desde su desaparición días antes: la víctima habría sido privada de la libertad, asesinada y mutilada por un grupo criminal que operaba en el sector de Hacienda de las Torres.
Según la información expuesta en enero de 2024 por la Fiscalía, cuatro de los seis acusados fueron detenidos después de que se presentaran testimonios bajo figuras de protección.
De acuerdo con estos datos, el 29 de noviembre los imputados interceptaron a la víctima en una vivienda ubicada en Hacienda de las Torres Universidad.
El motivo: sospechaban que Jorge Rentería vendía mariguana para un grupo rival de los Artistas Asesinos, célula criminal a la que presuntamente pertenecen los imputados.
Rentería fue llevado al interior de la vivienda, interrogado bajo amenazas, golpeado y posteriormente asfixiado hasta perder la conciencia.
Después fue desangrado y decapitado, siguiendo lo que la Fiscalía asegura era una orden proveniente del interior del Cereso 3.
Uno de los elementos que más ha llamado la atención en el juicio es la reiterada mención de un hombre identificado como “El Dagas”, supuesto reo del Cereso 3, quien habría dado instrucciones por teléfono durante el asesinato.
Según el testimonio recuperado por la Fiscalía, Michelle Angélica P. V. —alias “La Chely”— mantuvo comunicación constante con este presunto líder criminal durante los momentos en que la víctima era agredida.
Primero habría ordenado la muerte de Rentería.
Minutos después, según el relato, los atacantes volvieron a llamarle para pedir autorización para mutilar el corazón y la lengua del hombre y ofrecerlos a la figura de la “Santa Muerte”, a quien se referían como “La Niña Blanca”.
De acuerdo con el testigo protegido, “El Dagas” aprobó el acto, y Michelle P. V. habría sido quien realizó la extracción.
El médico legista confirmó en su declaración que la víctima carecía de corazón y lengua al momento de la necropsia, lo que coincide con el relato testimonial divulgado el 11 de enero de 2024.
La causa de muerte fue establecida como choque hipovolémico —pérdida masiva de sangre— consecuencia directa de una degollación, un dato que respalda la hipótesis de que la mutilación ocurrió posterior a la muerte.
El tribunal escuchó también la descripción del estado del cuerpo al ser ingresado: extremidades separadas, ausencia de órganos específicos y condiciones compatibles con una manipulación deliberada.
El Ministerio Público intenta acreditar la responsabilidad penal de seis personas, todas identificadas con apodos asociados a actividades criminales.
Los acusados son:
Edgar R. R., “El Querubín”
Joana Michell A. G., “La Mich”
Michelle Angélica P. V., “La Chely”
Jorge G. M., “El Chucky”
Félix Iván L. C., “El Checo”
Jaqueline Saremi B. A., “La Jackie”
Cinco de ellos son representados por una defensora pública.
En el caso de “La Jackie”, cuenta con un defensor particular.
Las seis personas se encuentran vinculadas a proceso dentro del juicio penal número 104/2025, en el que la Fiscalía expone sus pruebas para demostrar que actuaron en conjunto bajo órdenes externas y con un propósito deliberadamente ritual.
El caso ha levantado alarma entre especialistas en seguridad y criminología debido al grado de violencia, la forma del homicidio y la supuesta incorporación de elementos rituales vinculados a la Santa Muerte.
Aunque el culto tiene prácticas legales y comunidades que la veneran de forma tradicional, la Fiscalía ha documentado que en algunos casos grupos criminales lo han adoptado como parte de sus rituales o símbolos internos.
La participación de un presunto líder criminal desde prisión también ha reavivado cuestionamientos sobre la operación y capacidad de comunicación de internos con células externas.
El juicio se reanuda hoy, cuando el Ministerio Público planea presentar más pruebas y testigos que podrían reforzar la acusación de homicidio agravado, mutilación y asociación criminal.
La defensa de los imputados sostiene que varios testimonios son contradictorios y que algunos de los acusados no estuvieron presentes en el sitio en el momento de los hechos. Sin embargo, la Fiscalía asegura tener pruebas suficientes para acreditar la participación directa de cada uno.
Este caso continuará desarrollándose durante las próximas audiencias, donde se espera que la narrativa de los hechos se detalle aún más.
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