Compras navideñas de última hora provocan escenas de caos y comportamientos extremos en centros comerciales
Ciudad Juárez.– La temporada decembrina, caracterizada por compras de último momento, tráfico intenso y centros comerciales saturados, volvió a dejar una escena que rápidamente llamó la atención de quienes se encontraban en el lugar. Esta vez ocurrió en el centro comercial Las Misiones, donde una mujer decidió bajarse de un vehículo en marcha para apartar un cajón de estacionamiento.
De acuerdo con testigos, la mujer, de edad avanzada, descendió del automóvil mientras el conductor daba la vuelta en busca de acceso, caminó con rapidez hasta un espacio disponible y se colocó de pie en el cajón vacío, impidiendo el ingreso de otros vehículos que buscaban estacionarse.
Apartado “a la vieja escuela”
La escena recordó a prácticas comunes en zonas de alta congestión, como los accesos a los puentes internacionales, donde personas se colocan físicamente para apartar un espacio mientras llega el vehículo al que esperan.
Durante varios minutos, la mujer permaneció firme en el lugar, bloqueando el acceso y generando molestia entre automovilistas que circulaban por el área, hasta que finalmente arribó el conductor del vehículo con el que viajaba y ocupó el cajón.
Estrés, prisa y saturación
Este tipo de situaciones se repite con mayor frecuencia durante diciembre, cuando la demanda de estacionamiento supera la capacidad de los centros comerciales, especialmente en plazas concurridas como Las Misiones.
El tráfico, la presión por cumplir compromisos familiares y la urgencia de las compras navideñas suelen detonar este tipo de comportamientos, que aunque no están regulados formalmente, generan conflictos entre ciudadanos.
Una escena típica de la temporada
Aunque no se reportaron confrontaciones mayores ni intervención de autoridades, el episodio se convirtió en tema de conversación entre quienes lo presenciaron, reflejando el nivel de estrés que se vive en la ciudad durante estas fechas.
Para muchos juarenses, este tipo de escenas ya forman parte del paisaje urbano decembrino: filas interminables, estacionamientos llenos y estrategias improvisadas para conseguir un lugar, incluso si eso implica bajarse del auto y “defender” el espacio con el cuerpo.

