Guardia Nacional llega al CERESO 3 de Ciudad Juárez -

Guardia Nacional llega al CERESO 3 de Ciudad Juárez

La movilización comenzó cerca de las 9:00 de la noche; autoridades mantienen hermetismo sobre el número y destino de los internos trasladados Ciudad Juárez.— La noche de este domingo 29 de junio, un fuerte operativo de seguridad se desplegó en el Centro de Reinserción Social número 3 (CERESO 3), como parte de lo que preliminarmente se informó sería un traslado de personas privadas de la libertad (PPL). Desde aproximadamente las 9:00 p.m., decenas de unidades de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) comenzaron a concentrarse en los accesos principales del penal ubicado al sur de la ciudad. La movilización generó alarma entre familiares de internos y vecinos del sector, quienes reportaron la llegada de vehículos blindados, unidades antimotines y patrullas tácticas. Operativo coordinado con fuerzas estatales y federales Aunque hasta el momento no se ha emitido un comunicado oficial por parte de la SSPE ni del Sistema Penitenciario del Estado, fuentes cercanas al penal señalaron que el dispositivo de seguridad responde a una operación de traslado de internos a otros centros de reclusión del estado o del país. Trascendió que el operativo fue planeado con discreción para evitar filtraciones que pudieran poner en riesgo la seguridad del movimiento. Elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano también se sumaron al resguardo perimetral, mientras que se reportó el cierre parcial de accesos a la avenida Barranco Azul. CERESO 3: penal de alta conflictividad El penal de Ciudad Juárez es considerado uno de los más problemáticos y sobrepoblados del sistema penitenciario de Chihuahua. Con una capacidad instalada para menos de 2 mil personas, actualmente alberga a más de 3 mil reos, varios de ellos de alta peligrosidad o pertenecientes a células del crimen organizado. En lo que va del 2025, el CERESO 3 ha sido objeto de múltiples cateos, operativos sorpresa y reacciones por muertes bajo custodia, lo que ha encendido las alertas entre familiares y organizaciones civiles. Tan solo en las últimas semanas, murieron cuatro internos, tres por causas médicas y uno asesinado, lo que motivó la revisión del estado de salud de la población carcelaria. ¿Quiénes son los reos trasladados? Aunque no se ha dado a conocer de forma oficial cuántos ni quiénes son los internos trasladados, versiones extraoficiales apuntan a que podría tratarse de líderes negativos o integrantes de grupos que controlan espacios dentro del penal. Expertos en seguridad penitenciaria explican que estos movimientos buscan reducir la influencia de ciertos internos que, a través de amenazas, extorsiones y redes criminales, han logrado ejercer dominio sobre otras personas privadas de la libertad, incluso desde sus celdas. Ambiente de tensión y hermetismo Durante la noche, familiares comenzaron a acercarse al penal, alarmados por los rumores de traslado. Sin embargo, los accesos permanecen cerrados al público y el personal de custodia no brinda detalles. “No nos dicen nada, solo vimos llegar las camionetas con policías encapuchados. Tememos por nuestros familiares, ojalá no les hagan daño”, dijo la madre de un interno al exterior del CERESO 3. El ambiente es de incertidumbre, tanto para los internos como para sus familiares, ya que muchos desconocen si serán reubicados en penales lejanos, lo que dificultaría las visitas y seguimiento legal. Historia reciente de operativos similares Este traslado ocurre días después de que la Policía Estatal realizara un cateo en el área número 1 del penal, donde se encontraron celulares, armas hechizas y droga. Aunque ese operativo ocurrió hace más de una semana, podría estar vinculado a la decisión de trasladar a reos relacionados con esos hallazgos. En enero de 2023, este mismo penal fue escenario de una fuga masiva durante un ataque armado. A raíz de ello, autoridades federales y estatales comenzaron un proceso de depuración interna, incluyendo el traslado de presos peligrosos a penales federales. Reforma pendiente en el sistema penitenciario estatal Organizaciones civiles y especialistas han reiterado la necesidad urgente de reformar el sistema penitenciario en Chihuahua, con especial atención al CERESO 3 de Ciudad Juárez. Se ha señalado que, mientras no se atiendan los problemas estructurales de hacinamiento, corrupción interna y falta de personal capacitado, los operativos y traslados solo serán soluciones temporales a una crisis permanente. “Cambiar de lugar a los líderes carcelarios no resuelve el problema de fondo. Es necesaria una intervención integral, con enfoque en derechos humanos, salud penitenciaria y profesionalización del personal de custodia”, advirtió un investigador en temas de reinserción social. Expectativa: posibles traslados federales Si bien se desconoce el destino exacto de los internos trasladados, algunos podrían ser enviados a penales de mediana o máxima seguridad fuera del estado, como parte de una estrategia para fragmentar redes criminales internas. En operativos anteriores, varios internos fueron reubicados en centros federales como los ubicados en Nayarit, Oaxaca o Durango. Esta decisión, sin embargo, ha sido criticada por familiares por dificultar el acceso a visitas y audiencias legales. Conclusión: CERESO 3 en el centro del foco nacional La nueva movilización en el penal de Ciudad Juárez confirma que la situación penitenciaria en Chihuahua sigue siendo uno de los mayores desafíos de seguridad y justicia en el norte del país. A medida que avanza la noche, se espera que la SSPE o la Fiscalía General del Estado emitan un boletín oficial con los detalles del operativo y la cantidad exacta de reos reubicados. Por ahora, la vigilancia se mantiene reforzada en todo el perímetro, y la ciudadanía permanece expectante ante lo que podría marcar una nueva etapa en la administración del CERESO 3, históricamente marcado por el descontrol y la violencia interna.

La presencia de fuerzas federales se suma a los operativos recientes en el área número 1 del penal, donde se sospechan irregularidades y riesgo de motines

Ciudad Juárez.– La noche de este Domingo, la Guardia Nacional se movilizó hasta las inmediaciones del Centro de Reinserción Social número 3 (CERESO 3) de Ciudad Juárez, como parte de un nuevo despliegue de seguridad que podría derivar en el ingreso de elementos federales al penal en las próximas horas.

El movimiento ocurre horas después de que las semanas pasadas Policía del Estado de Chihuahua realizara un cateo exhaustivo en el área número 1, donde se presume la presencia de objetos prohibidos y condiciones irregulares que podrían poner en riesgo la seguridad interna del penal.


Refuerzo de vigilancia: unidades apostadas en el perímetro

Hasta el cierre de esta edición, varias unidades de la Guardia Nacional permanecen apostadas en el exterior del CERESO 3, sobre la avenida Barranco Azul. Según fuentes consultadas, se prevé el ingreso de un grupo táctico especial durante la noche, como medida preventiva para mantener el control del penal.

Trascendió que el operativo no es una intervención general, sino un refuerzo coordinado con autoridades estatales y federales, ante presuntas amenazas internas relacionadas con grupos del crimen organizado que operan desde dentro del penal.


Cateo previo en el área número 1

Hace unas semanas, elementos de la Policía Estatal realizaron un cateo sorpresa en la área número 1, donde se alojan reclusos de mediano y alto perfil. Esta área ha sido identificada anteriormente por la Fiscalía General del Estado como un foco rojo por la introducción de objetos prohibidos, como armas hechizas, drogas y teléfonos celulares.

El operativo fue encabezado por agentes de la Unidad de Inteligencia y contó con el respaldo del Grupo Especial de Reacción Inmediata, quienes revisaron celdas, pasillos y espacios comunes en busca de indicios que revelen nuevas redes de control dentro del penal.


Silencio oficial y tensión en el ambiente

Hasta el momento, ninguna autoridad ha confirmado oficialmente si el ingreso de la Guardia Nacional al penal ocurrirá esta misma noche, pero el despliegue de unidades y la presencia de personal táctico indican una acción inminente.

En redes sociales, usuarios que viven cerca del penal han compartido imágenes y videos de las patrullas federales estacionadas, mientras que familiares de reos se han mostrado preocupados ante un posible operativo interno.

“Solo queremos que no pase nada grave. Tenemos miedo de que en medio de esos operativos, se violen derechos o haya violencia”, comentó una mujer que acudió al penal en busca de información.


Riesgo de motines y reacciones internas

Expertos en seguridad han advertido que este tipo de acciones pueden generar reacciones de tensión al interior del penal, sobre todo en zonas controladas por grupos que ven amenazado su dominio. En meses recientes, reportes de inteligencia revelaron la existencia de estructuras jerárquicas de control operadas por internos con vínculos criminales.

El reforzamiento de la presencia federal podría tener como objetivo evitar una escalada o motín, tal como ha ocurrido en otras cárceles del país cuando se intenta desarticular liderazgos internos.


¿Qué sigue?

Se espera que en las próximas horas las autoridades emitan un comunicado oficial detallando los motivos y alcances del despliegue, así como los resultados del cateo realizado por la Policía Estatal.

Mientras tanto, la Guardia Nacional mantiene un cerco de vigilancia externa en el CERESO 3, en coordinación con el Ejército Mexicano y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, que no descartan nuevas inspecciones en los próximos días.


Contexto: CERESO 3 y su historial

El CERESO 3 ha estado en el centro del debate sobre la crisis del sistema penitenciario en México, especialmente tras los hechos de violencia de 2023 y las muertes recientes de reos por presunta omisión médica, lo que ha desatado críticas sobre las condiciones de internamiento.

Apenas hace dos semanas, la Fiscalía informó sobre el fallecimiento de un interno con enfermedades crónicas, lo que llevó a nuevas revisiones sobre las condiciones sanitarias en el penal.


Conclusión: alerta máxima

La presencia de la Guardia Nacional en el penal de Ciudad Juárez representa una medida preventiva ante posibles brotes de violencia, pero también una señal de que el Estado no ha cedido el control penitenciario a grupos delictivos.

Aunque aún no se ha confirmado el ingreso al penal, el cerco militar y la coordinación interinstitucional indican una acción de alto nivel que podría derivar en nuevos decomisos, traslados o incluso reubicación de líderes criminales internos.

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