Verónica Rocha, la “pachuquita de oro” de Ciudad Juárez, fallece y deja un legado de baile, estilo y alegría
CIUDAD JUÁREZ.– La comunidad juarense está de luto tras el fallecimiento de Verónica Rocha, reconocida mujer que representó con pasión y autenticidad la cultura pachuco en esta frontera. La noticia fue confirmada el domingo 20 de julio por su propia hija, quien le dedicó un mensaje emotivo a través de redes sociales.
Verónica no era solo conocida por su peculiar estilo: trajes tipo zoot suit, largas cadenas, peinados altos y un andar orgulloso, sino también por su carisma inconfundible y amor por el baile, elementos que la convirtieron en una figura entrañable del centro de Juárez.
De las calles al corazón de la ciudad: una maestra de vida y ritmo
Originaria de Ciudad Juárez, Verónica Rocha aprendió a bailar desde pequeña en reuniones familiares. Más tarde, esa pasión se transformó en una vocación: impartía clases de jazz y mambo, donde no solo enseñaba pasos, sino también valores de identidad y orgullo cultural.
Su presencia era común en eventos públicos, en las calles, en festivales y en donde hubiera oportunidad de bailar con el alma y contagiar alegría. Para muchos juarenses era simplemente “la maestra”, una mujer que supo poner en alto el estilo de vida pachuco con elegancia y autenticidad.
El adiós que sacude a Juárez
La noticia de su muerte fue compartida por su hija en Facebook con un mensaje conmovedor:
“Te me fuiste a un viaje que no tiene regreso, pero sé que algún día nos volveremos a encontrar, mi pachuquita de oro, mi mejor amiga”.
A partir de ese momento, las redes sociales se inundaron de mensajes de despedida, fotos antiguas, anécdotas entrañables y homenajes espontáneos que reflejan el enorme cariño que la ciudad le tenía.
Vecinos, amigos, alumnos y personas que alguna vez cruzaron palabra o baile con ella, resaltaron su bondad, su estilo único y su sonrisa constante.
Un legado que trasciende generaciones
Verónica Rocha no fue una figura mediática ni política, pero logró lo que muchos anhelan: dejar huella profunda en su comunidad. Su vida fue testimonio de que el arte, el estilo y el orgullo pueden caminar de la mano. Hoy, su recuerdo vive en cada paso de mambo, cada clase de jazz y cada atuendo que desafía lo convencional con identidad y raíz.
La cultura pachuco pierde a una de sus máximas representantes en el norte del país, pero su memoria seguirá viva en los corazones de quienes la conocieron, la admiraron y aprendieron de ella.