Usuarios en redes sociales denuncian abuso y falta de sensibilidad por parte de agentes municipales
Ciudad Juárez.– Una imagen viral ha generado indignación entre usuarios de redes sociales luego de que se captara a elementos de la policía municipal “molestando” al payasito Tinguindín, un artista urbano que lleva más de tres décadas llevando alegría a los cruceros de la ciudad para sobrevivir con dignidad.
La escena, que ocurrió en uno de los cruceros más transitados, muestra a dos agentes municipales dialogando con el payaso, presuntamente llamándole la atención o exigiéndole retirarse, según lo que se interpreta en los comentarios compartidos por testigos.
“¡Ya dejen en paz al payasito del crucero!”, escribió una usuaria, acompañando la fotografía que ha sido compartida cientos de veces.
Tinguindín: 30 años de risas pese a la adversidad
Con su nariz roja, peluca desordenada y pancartas con mensajes positivos, Tinguindín es un personaje conocido por muchos juarenses, quienes lo han visto durante años recorrer los semáforos para sacar una sonrisa a cambio de unas monedas.
Testigos aseguran que, a pesar de sus dificultades, siempre mantiene el buen humor y una actitud amable con conductores y peatones.
“Él siempre está con una sonrisa. No molesta, no agrede, no estorba. Solo quiere ganarse la vida honradamente”, comentó una ciudadana que frecuentemente lo ve en el cruce donde ocurrió el incidente.
Críticas a los agentes
Más allá del hecho en sí, la fotografía desató críticas hacia los policías, quienes aparecían con los chalecos mal puestos y sin portar armas largas. Usuarios señalaron que, mientras hablaban con el payasito, tenían las ventanas de la patrulla abajo y parecían más relajados que atentos a su labor.
“¿Dónde está la seguridad? Los dos bien a gusto regañando al pobre payaso… hagan su trabajo bien”, escribió un internauta.
Muchos comentarios coincidieron en que el artista urbano no representa ningún peligro, y que la autoridad debería enfocar sus recursos en atender delitos reales, no en acosar a trabajadores de la calle.
Exigen respeto y empatía
El caso ha abierto una discusión sobre el trato que reciben las personas que trabajan en la vía pública, en especial aquellos que, como Tinguindín, no piden dinero directamente ni obstaculizan el tránsito, sino que ofrecen un momento de alegría para ganarse la vida.
Hasta el momento las autoridades no han emitido ninguna postura oficial sobre lo ocurrido, pero la opinión pública parece haber tomado partido en defensa del payasito.