Ciudad Juárez, Chihuahua.– La incertidumbre y la indignación crecen entre funerarias locales luego del hallazgo de decenas de cuerpos apilados dentro de un crematorio ubicado en la colonia Granjas Polo Gamboa, al sur de Ciudad Juárez. El descubrimiento ha puesto en entredicho la legalidad y veracidad de las cremaciones realizadas, ya que la mayoría de las funerarias no reportan pendientes significativos, lo que abre la posibilidad de que se hayan entregado cenizas equivocadas a los deudos.
Uno de los propietarios de funerarias que operan con el crematorio señaló de forma anónima que, al revisar con sus colegas, sólo encontraron entre tres y cuatro pendientes de entrega de restos cremados.
“Si hay 60 cuerpos ahí y sólo se deben tres cenizas, entonces, ¿qué pasó con las demás? ¿De quién eran los cuerpos? ¿A quién le entregaron las cenizas?”, cuestionó con visible preocupación.
El empresario también afirmó que en los registros internos del grupo de funerarias no aparece ningún faltante masivo de restos, lo que vuelve aún más desconcertante el hallazgo.
El crematorio, ubicado sobre la calle Chihuahua, entre Tapachula y avenida Las Granjas, fue resguardado por la Fiscalía General del Estado (FGE) desde la noche del jueves, luego de que se denunciara la presencia de decenas de cadáveres acumulados en una habitación.
El viernes, en conferencia de prensa, la Fiscalía informó que no había delito qué perseguir, lo que ha generado fuertes críticas entre la ciudadanía y el gremio funerario, que ahora teme una crisis de confianza por lo que podría ser un caso de negligencia o irregularidad sin sanción penal aparente.
Ante la falta de claridad, las especulaciones giran en torno a dos hipótesis:
Se entregaron cenizas que no corresponden a los cuerpos de los familiares, lo que implicaría una grave afectación emocional y legal para decenas de personas.
Los cuerpos encontrados no tienen relación con las funerarias locales, y podrían haber sido almacenados de forma indebida o clandestina por parte del crematorio.
Ambos escenarios son preocupantes y exigen una investigación seria, coinciden varios actores del sector.
Aunque la FGE declaró que no se configura un delito, las funerarias podrían enfrentar consecuencias legales, ya que son ellas quienes firmaron los contratos con las familias y están obligadas a garantizar la correcta disposición de los restos humanos.
Ante el desconcierto, las funerarias han comenzado a exigir una auditoría clara, tanto del crematorio como del número real de restos entregados y pendientes, para esclarecer la identidad de los cuerpos encontrados.
“Esto es una bomba. Si se descubre que se entregaron cenizas de otra persona, va a reventar en las manos de todos”, alertó un empresario del sector.
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