Ciudad Juárez, Chihuahua.– Una noche de terror se vivió en el fraccionamiento Vistas de Tomóchic, al oriente de Ciudad Juárez, donde Jesús Alexis G. M., un joven de 16 años, fue asesinado al recibir varios disparos en la cara y el cuerpo, luego de que su excuñado lo utilizara como escudo humano para evitar ser ejecutado por un grupo armado.
El ataque ocurrió la madrugada del sábado, aproximadamente a la 1:30 am, en una pequeña vivienda donde se encontraban varios miembros de la familia, incluidos cuatro menores. La violencia con la que ocurrieron los hechos ha conmocionado a la comunidad.
De acuerdo con testimonios recabados en el lugar, el excuñado de Alexis irrumpió en la casa huyendo de sus agresores, quienes lo perseguían armados. Al ingresar sin permiso, tomó al adolescente como escudo para cubrirse del ataque. Los sicarios dispararon desde el exterior, alcanzando al joven mortalmente.
“Se cubrió con él y ya… fue cuando le dispararon a Alexis”, relató un testigo cercano a la familia, cuya identidad fue reservada por seguridad. Tres impactos perforaron la fachada, cinco más atravesaron la puerta y uno alcanzó un muro interior.
Jesús Alexis era descrito por vecinos y familiares como un joven noble, trabajador y tranquilo, que había dejado la secundaria en segundo grado para trabajar en un puesto de pollos y apoyar económicamente a su madre de 53 años. No tenía antecedentes problemáticos ni vínculos conocidos con actividades ilícitas.
Según la investigación inicial, la casa no contaba con protecciones adecuadas, apenas una chapa sin candado y madera cubriendo las ventanas. El atacante ingresó dos veces: primero por el patio, donde fue confrontado por Alexis; luego por la puerta principal, pidiendo refugio, a pesar de que se le pidió que se retirara porque había niños.
Fue en ese momento, al tratar de impedir su ingreso, cuando Jesús fue tomado como escudo y alcanzado por los disparos en el rostro.
La tragedia se suma a una ola de violencia que dejó 15 homicidios en 72 horas en distintos sectores de Ciudad Juárez. Vecinos del sector expresaron miedo y tristeza, algunos incluso rehusándose a hablar con medios por temor a represalias.
En la casa, familiares preparaban el funeral mientras recordaban los gustos del joven: sopa instantánea, pollo rostizado y soda, los cuales aún estaban sobre la mesa como testigos mudos de una vida arrebatada de forma brutal.
Jesús Alexis alcanzó a sonreírle a su madre antes de morir, según narró un testigo: un gesto que ahora es recordado como su último aliento de amor familiar.
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