La falta de higiene y vestimenta inadecuada de algunos visitantes generó molestia entre familias que realizaban compras en uno de los centros comerciales más concurridos de Ciudad Juárez.
Ciudad Juárez.–Las plazas comerciales de la ciudad se han convertido en un auténtico retrato social de la temporada decembrina. Entre compras de último momento, filas interminables y el estrés previo a las fiestas, hay escenas que no pasan desapercibidas y que terminan robándose la atención de los visitantes.
Una de ellas ocurrió recientemente en Plaza Sendero, donde a plena tarde —alrededor de las 3:00 pm— varios clientes se encontraron con personas realizando sus compras en pijama. No se trataba de un caso aislado ni de alguien que entró “rápido y sin bajarse del carro”, sino de transeúntes recorriendo pasillos, locales y áreas comunes como si estuvieran en la sala de su casa.
La escena provocó incomodidad entre algunos visitantes, no solo por la vestimenta fuera de lugar, sino también por la falta evidente de higiene personal. El olor, según comentarios de quienes presenciaron la situación, se percibía a distancia, generando molestia en un espacio que, al final del día, es compartido por familias, niños y adultos mayores.
Este tipo de comportamientos no es nuevo, pero suele intensificarse en temporada alta, cuando las plazas se saturan y la paciencia colectiva se pone a prueba. Para muchos, salir en pijama a un centro comercial refleja descuido personal y falta de respeto hacia los demás; para otros, es simplemente una muestra más del “vale todo” que caracteriza a las compras de último momento.
Aunque no existe una normativa que prohíba este tipo de vestimenta en plazas comerciales, sí abre el debate sobre la convivencia en espacios públicos y el mínimo de consideración que se espera entre ciudadanos. Vestirse adecuadamente y mantener una higiene básica no solo es una cuestión de imagen, sino de respeto hacia quienes comparten el mismo lugar.
Situaciones como esta se vuelven tema de conversación, memes y comentarios en redes sociales, convirtiéndose en una especie de crónica urbana que refleja hábitos, excesos y contrastes de la vida cotidiana en Ciudad Juárez. Porque si algo queda claro, es que en temporada decembrina, las plazas comerciales no solo venden productos, también exhiben historias que difícilmente pasan desapercibidas.

