CIUDAD DE MÉXICO.- La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ha dado inicio a una serie de foros nacionales para definir la forma en que se aplicará la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, una de las principales promesas del nuevo gobierno federal encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El debate gira en torno a dos enfoques clave: una implementación inmediata del cambio o una transición gradual que permita a las empresas adaptarse sin afectar el empleo ni la productividad.
Una demanda histórica del sector laboral
Durante el arranque de los foros en la Ciudad de México, el secretario del Trabajo, Marath Bolaños, subrayó la importancia de construir acuerdos entre todos los sectores:
“Es momento de los cambios para construir acuerdos y definir de manera conjunta un plan basado en diálogo y colaboración permanente”, expresó.
La jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, también respaldó la medida, señalando que se trata de una demanda histórica de la clase trabajadora. Datos oficiales indican que en la Ciudad de México más de 759 mil personas trabajan más de 49 horas por semana, y cerca de 1.4 millones laboran 48 horas.
Empresarios piden gradualidad y flexibilidad
Desde el sector empresarial, la propuesta ha sido recibida con cautela. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, reconoció que una implementación escalonada podría ser viable, iniciando con una reducción inicial de una hora laboral por semana, lo cual beneficiaría al 77% de los trabajadores, sin generar un impacto drástico en costos o producción.
Entre sus sugerencias destacan:
-
Aplicación progresiva de la reforma.
-
Diferenciación por sectores, regiones y tamaño de empresa.
-
Medidas para evitar impactos negativos, como desabasto o reducción de empleo.
CTM presenta propuestas para proteger a los trabajadores
La Confederación de Trabajadores de México (CTM), representada por Tereso Medina Ramírez, también participó en los foros presentando un decálogo de medidas para una implementación eficaz. Entre los puntos propuestos:
-
Implementación gradual en dos años.
-
Garantizar dos días de descanso por cada cinco trabajados.
-
Establecer una prima sabatina: 40 horas trabajadas, 56 horas pagadas.
-
Protección de ingresos actuales, sin reducciones salariales.
-
Promoción de negociaciones sindicales por rama.
-
Permitir flexibilidad sectorial, como en el turismo o servicios.
La transición sigue en análisis
Aunque la jornada laboral de 40 horas ya fue confirmada como objetivo nacional, aún se discute cómo será su implementación formal en la Ley Federal del Trabajo (LFT). Los foros continuarán en distintas regiones del país en los próximos meses, y se espera que el gobierno presente una propuesta final consensuada antes de que finalice el año.
El desafío principal será equilibrar los beneficios para los trabajadores con la viabilidad operativa para las empresas, y evitar escenarios como la informalidad laboral o pérdida de productividad.