Silvana Torres, de 22 años, admitió haber atacado a su hija en medio de una crisis emocional: “Ella no tenía la culpa”
MANIZALES, COLOMBIA — Un crimen que ha paralizado a la sociedad colombiana por su crudeza y contexto psicológico. Silvana Torres, una joven madre de 22 años, confesó haber asesinado a su hija de apenas dos años de edad, luego de sufrir lo que describió como un “arrebato de rabia” en su apartamento ubicado en el conjunto residencial San Sebastián.
El homicidio ocurrió el pasado 26 de julio, y desde entonces el caso ha escalado hasta convertirse en uno de los más discutidos del país. La Fiscalía General de la Nación ha imputado a la mujer por homicidio agravado, mientras se mantienen en curso las investigaciones forenses y psicológicas.
El ataque: una escena desgarradora
De acuerdo con el reporte oficial de la Policía Nacional y el Hospital Universitario de Caldas, la menor, identificada como Antonella, fue encontrada con una profunda herida en el cuello provocada con arma blanca. Fue trasladada de emergencia a un hospital, donde lamentablemente murió a las pocas horas.
En la escena del crimen, Silvana también presentaba lesiones autoinfligidas, interpretadas como un intento de suicidio tras cometer el acto. Tras ser estabilizada en una clínica, quedó bajo custodia policial.
La confesión en la audiencia: “No fue venganza”
Durante la audiencia de imputación del pasado 6 de agosto, Silvana Torres confesó entre lágrimas haber asesinado a su hija, y negó que el crimen haya sido motivado por venganza o enojo contra terceros.
“Me enceguecí, me llené de rabia y lastimé a mi hija… no fue por venganza, ella no tenía la culpa”, declaró la joven ante el juez.
Según la defensa, la madre atravesaba una profunda crisis emocional, y se analiza la posibilidad de solicitar una evaluación psiquiátrica para determinar si sufría un trastorno que haya afectado su capacidad de discernimiento.
Señales previas: TikToks, agotamiento y presión emocional
Antes del crimen, Silvana había compartido varios videos reflexivos en TikTok donde hablaba del estrés de ser madre joven, la presión social, la falta de oportunidades y la frustración por no poder “tenerlo todo” a su edad.
“Quiero estudiar, pero también quiero trabajar… Quiero tenerlo todo a temprana edad… y al no tenerlo me estresa”, decía en uno de sus videos.
Testigos también reportaron que en los días previos al crimen la joven mostraba signos visibles de agotamiento emocional. Algunos vecinos la describían como una madre atenta y cariñosa, lo que hizo aún más impactante la noticia del homicidio.
Reacciones: dolor, protestas y debate nacional
Tras conocerse el crimen, vecinos del conjunto residencial realizaron protestas, exigiendo justicia y expresando su indignación. El padre biológico de Antonella, Juan Camilo, quien no vivía con ellas pero mantenía una relación cercana con su hija, también se pronunció en redes sociales:
“Se me fue mi niña, y no tengo palabras para describir este vacío”.
El caso ha reavivado el debate sobre el abandono institucional a madres jóvenes, la falta de apoyo psicológico preventivo y el estigma social que enfrentan muchas mujeres en situación vulnerable.
¿Justicia o tratamiento? El dilema judicial
Mientras la Fiscalía se mantiene firme en la acusación de homicidio agravado, organizaciones de derechos humanos han solicitado que se analicen las causas estructurales del caso, sin dejar de lado la gravedad del crimen.
El caso de Silvana Torres abre una delicada discusión sobre salud mental, maternidad forzada y responsabilidad penal, temas que en Colombia continúan siendo abordados desde perspectivas contradictorias.
Por ahora, Silvana permanece bajo prisión preventiva, mientras se avanza con las pericias forenses, las valoraciones psicológicas y se define la fecha del juicio.