El abuelo intentó defender a la bebé con un bate de béisbol; autoridades investigan el historial de los perros y las condiciones de la vivienda
Tullahoma, Tennessee.– Un hombre de 50 años y su nieta de apenas tres meses murieron de manera trágica luego de ser atacados por siete perros tipo pitbull dentro de su vivienda, ubicada en el condado de Coffee. El hecho, ocurrido la tarde del miércoles, conmocionó a la comunidad y abrió una investigación sobre las condiciones en que vivían las víctimas y el historial de agresividad de los animales.
Las autoridades recibieron el reporte cerca de las 3:00 p.m. Al ingresar a la casa, los agentes encontraron al abuelo y a la bebé sin vida. Según el informe inicial, algunos perros aún estaban atacando a la menor, por lo que fueron abatidos en el lugar para detener la agresión. El resto de los animales fue asegurado por Control Animal, que evaluará su comportamiento para determinar su destino.
El abuelo intentó defender a la niña
El hombre fue identificado como James Alexander Smith, quien, de acuerdo con versiones preliminares, trató desesperadamente de proteger a la bebé utilizando un bate de béisbol. Sin embargo, no logró contener a la manada de perros que, según autoridades locales, vivían en la misma vivienda.
Los investigadores ahora intentan determinar si la muerte del abuelo y la menor ocurrió antes o durante el ataque, así como reconstruir la secuencia de los hechos dentro del hogar.
Vivienda en condiciones críticas
Tras ingresar a la casa, las autoridades concluyeron que el inmueble debía ser declarado inhabitable debido a sus malas condiciones. Esta situación dejó a varios menores de la familia sin un lugar donde vivir, por lo que organismos de asistencia intervinieron para garantizar su seguridad.
La oficina de la Fiscalía del Condado de Coffee y el Departamento de Policía de Tullahoma trabajan conjuntamente para esclarecer el caso y revisar si existían antecedentes de agresividad en los perros o denuncias previas relacionadas con la vivienda.
Investigación abierta
Las autoridades continúan recopilando testimonios, revisando evidencia y evaluando el entorno en el que ocurrió el ataque. No se descarta ninguna línea de investigación, incluyendo negligencia, descuido en el manejo de los animales o factores externos que pudieron influir en el comportamiento de los perros.
La comunidad local ha expresado su consternación ante el caso, que ha puesto nuevamente en discusión la regulación y tenencia responsable de perros considerados potencialmente agresivos.