Masonville, Nueva York.– Un hombre identificado como Drew Garnier, de 33 años, fue sentenciado a 30 años de prisión tras asesinar a su esposa embarazada y atacar con un arma blanca a sus dos hijas, luego de enterarse de que el bebé que esperaban sería una niña y no un niño, como él deseaba.
“Quería un niño”: confesó en la corte
Los hechos ocurrieron en el interior de una vivienda en Masonville, en el estado de Nueva York, donde Samantha Garnier, de 29 años y con cinco meses de embarazo, fue brutalmente asesinada por su esposo durante una discusión que se desató tras la revelación del sexo del bebé.
Samantha murió en el lugar, dejando en la orfandad a sus hijas Izzie, de 6 años, y Adelina, de 9, quienes también fueron apuñaladas por su padre, aunque sobrevivieron al ataque y actualmente se recuperan bajo el cuidado de otros familiares.
Sentencia y restricción de contacto
Durante el juicio, Drew Garnier se declaró culpable y dijo que su enojo se originó al enterarse de que el bebé que venía en camino era otra niña. “Yo quería un niño, no otra niña”, declaró ante la corte.
Como parte del fallo, el juez también impuso una orden de restricción que le prohíbe tener contacto con sus hijas hasta el año 2056, salvo que ellas decidan revocar esa medida en el futuro.
Indignación y luto
El caso ha generado una profunda indignación en redes sociales y medios de comunicación, ya que refleja la violencia de género en su forma más extrema, motivada por ideas machistas sobre el valor de los hijos según su género.
Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres en Estados Unidos han condenado el crimen y exigen mayores medidas para prevenir estos casos y proteger a las víctimas de violencia familiar.