Cuando Geraldine Bazán y Gabriel Soto anunciaron su separación en 2017, la controversia surgió al mencionarse que Irina Baeva fue la tercera en discordia de su matrimonio.
Tras el escándalo, cada uno siguió su camino, Soto formalizando su relación con Baeva, mientras que Bazán ha sido relacionada sentimentalmente con algunos caballeros, sin llegar a nada serio, puesto que su prioridad son sus hijas Elissa Marie y Alexa Miranda.
Sin embargo, la polémica revivió tras el ingreso de Geraldine a La casa de los famosos de Telemundo, donde la mexicana recordó la situación que la puso bajo los reflectores.
Bazán explicó que lo que ella vivió fue muy fuerte, pues las personas se percataron antes que ella del delicado tema; y aunque le advirtieron, quiso darle una oportunidad a su entonces esposo.
“La gente se dio cuenta antes que yo, porque en redes sociales lo que hacían era, de la parte de la chica, hacerme saber a mí que eso estaba pasando y yo todavía di el beneficio de la duda”, contó la artista de 41 años.
Gera contó que a pesar de que Gabriel admitió el engaño y prometió que no volvería a ocurrir, las cosas no cambiaron. “Me volvieron a montar en redes sociales: ‘te dolió lo que viste, vas a ver lo que viene’. Obviamente mi relación era algo mucho más serio, entonces yo no podía dejarme llevar por”, agregó.
Luego de estas declaraciones, Soto fue abordado por la prensa en el aeropuerto de la Ciudad de México, y ante medios como Hoy Día externó: “[Irina Baeva y yo] no tenemos que reaccionar de ninguna manera”.
“Eso ya pasó hace muchos años y las cosas se tergiversan, y, acuérdense, siempre hay dos caras de la moneda. Es la mamá de mis hijas, es inevitable [que no hable de mí]”, añadió el galán de telenovelas.
Pese al delicado contexto, Soto sigue aprobando que la madre de sus dos hijas continúe en el mencionado reality. “Muy bien; es trabajo y es algo que [Geraldine Bazán] decidió hacer… Que le vaya súper bien, que gane”, declaró.
Sobre sus descendientes y lo que ambas puedan ver o escuchar en el programa de televisión con respecto a sus padres, Gabriel recalcó que está muy al pendiente de esta situación ahora que se encuentra al cuidado de las dos.
“Mis hijas están muy tranquilas conmigo, gracias a Dios (…) Simplemente hay que limitar un poquito lo que ven [mis hijas] porque ese programa es de 24/7 y hay cosas que no está bien que ellas vean. Lo tenemos controlado y Miranda lo sabe perfectamente bien; sobre todo, ella porque está más chiquita”, explicó.