La detención de Ismael “El Mayo” Zambada ha sido declarada legal por las autoridades estadounidenses, basándose en que su captura se llevó a cabo en territorio de Estados Unidos. Expertos en derecho internacional respaldan esta posición, señalando que, al realizarse la aprehensión en suelo estadounidense, el proceso es legítimo y conforme a las leyes aplicables. 
Sin embargo, la controversia surge debido a las circunstancias que rodearon su traslado a Estados Unidos. Según informes, Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, habría facilitado la entrega de Zambada a las autoridades estadounidenses. Se alega que Guzmán López, junto con otros individuos vestidos como militares, emboscó y secuestró a Zambada en México, llevándolo contra su voluntad a territorio estadounidense, donde fue detenido.  
Estas acciones han generado debates sobre la legalidad del procedimiento y posibles violaciones a la soberanía mexicana. No obstante, desde la perspectiva de Estados Unidos, la detención es legal al haberse efectuado en su territorio, independientemente de cómo Zambada fue trasladado allí.  
La participación de Guzmán López en la captura de Zambada ha sido interpretada como una traición dentro del Cártel de Sinaloa, evidenciando fracturas internas en la organización. Este hecho ha llevado a especulaciones sobre alianzas y conflictos entre las distintas facciones del cártel, especialmente entre los seguidores de “El Mayo” y los hijos de “El Chapo”.  
En resumen, aunque la detención de Ismael “El Mayo” Zambada es considerada legal por las autoridades estadounidenses debido a que ocurrió en su territorio, las circunstancias de su traslado y la implicación de Joaquín Guzmán López en el proceso han generado debates sobre la legalidad y ética del operativo, así como sobre las dinámicas internas del Cártel de Sinaloa.