Christina Escobedo-Arriaga, de 33 años, enfrenta cargos de homicidio vehicular; el caso provoca indignación
Vado, Nuevo México.— La liberación bajo fianza de reconocimiento personal de Christina Escobedo-Arriaga, mujer de 33 años acusada de provocar un accidente automovilístico que cobró la vida de dos menores, ha generado controversia en la comunidad fronteriza.
La residente de Mesilla Park enfrenta cargos por homicidio vehicular, lesiones corporales graves con vehículo motorizado y conducir bajo la influencia de alcohol, tras el choque ocurrido el pasado domingo 10 de agosto en la carretera 478, cerca del número 8100, en Vado.
Según la Policía Estatal de Nuevo México, Escobedo-Arriaga conducía un Dodge Charger morado modelo 2007 cuando perdió el control y se estrelló contra un poste eléctrico a las 6:49 p. m..
El impacto expulsó del vehículo a dos menores —Julilah y Steven, de 15 y 12 años respectivamente— que viajaban en el asiento trasero sin cinturón de seguridad. Ambos murieron en el lugar. Un tercer adolescente, Osmar, de 15 años, sobrevivió gracias a que llevaba el cinturón correctamente abrochado.
Una de las víctimas fatales era estudiante de noveno grado en la Gadsden High School, confirmó el Distrito Escolar Independiente de Gadsden.
En el interior del vehículo, los oficiales hallaron una botella abierta de cerveza Dos Equis de 40 onzas (1.18 litros). Los agentes que arribaron primero reportaron que la conductora olía fuertemente a alcohol y presentaba comportamientos incoherentes.
Durante una entrevista en el Hospital Regional MountainView, Escobedo-Arriaga reconoció haber consumido “un par” de bebidas alcohólicas antes del accidente y admitió que era quien conducía el automóvil al momento del choque.
Aunque inicialmente los registros indicaban que no se le otorgaría fianza, documentos judiciales posteriores confirmaron que fue liberada bajo su propia recognición, lo que significa que no pagó fianza para enfrentar el proceso en libertad.
Este hecho ha desatado críticas, dado que el caso involucra la muerte de dos menores y cargos graves relacionados con la conducción en estado de ebriedad.
La Policía Estatal ejecutó una orden para obtener muestras de sangre, enviadas a la División de Laboratorio Científico de Nuevo México; los resultados siguen pendientes.
El superintendente del distrito escolar, Travis Dempsey, lamentó profundamente la tragedia:
“Nuestros corazones están rotos. Permaneceremos al lado de nuestros estudiantes, personal y esta familia con amor y apoyo durante este momento difícil”.
Consejeros y especialistas en salud mental han sido asignados para dar acompañamiento a estudiantes y familias afectadas.
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