Coca-Cola vuelve al azúcar de caña en EE.UU. y desata polémica política y económica
WASHINGTON D.C.— A partir del otoño de 2025, la multinacional Coca-Cola lanzará en Estados Unidos una nueva versión de su icónica bebida, ahora endulzada con azúcar de caña, marcando un regreso a los orígenes que muchos consumidores asocian con la fórmula mexicana y que el presidente Donald Trump impulsó personalmente desde su red Truth Social.
La empresa anunció este cambio como parte de su estrategia para “ampliar su gama de productos”, aunque la decisión no se puede desligar del contexto político: el propio Trump celebró públicamente que su petición personal fue escuchada.
¿Por qué Coca-Cola regresa al azúcar de caña?
El cambio pone fin —al menos en parte— a décadas de uso casi exclusivo del jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), ingrediente estándar en la industria de alimentos estadounidense gracias a los subsidios federales al maíz.
Aunque Coca-Cola México siempre ha usado azúcar de caña, en EE.UU. la empresa había mantenido el JMAF por costos y convenios industriales. Sin embargo, el nuevo enfoque, alineado con el discurso proteccionista y nostálgico de Trump, representa un golpe simbólico contra los “ingredientes artificiales” en alimentos.
La fórmula con sacarosa será vendida como edición especial en envases de vidrio y latas clásicas, dirigidas a consumidores que prefieren lo “natural”, “auténtico” y con sabor más parecido al de las Coca-Colas mexicanas.
La reacción de Trump y su campaña “Make America Healthy Again”
Desde su red Truth Social, Trump celebró el anuncio como una victoria personal y como parte de su campaña “Make America Healthy Again”, una iniciativa impulsada por Robert F. Kennedy Jr., su Secretario de Salud, que señala al JMAF como responsable del aumento de enfermedades crónicas en EE.UU.
“¡Lo pedí y sucedió! ¡Volvemos al azúcar real!”, escribió el presidente.
Este cambio forma parte de una narrativa nacionalista alimentaria en la que Trump ha subido aranceles a productos clave, buscando proteger la producción local de azúcar y reducir el uso de ingredientes procesados.
¿Qué dice la industria del maíz?
La Asociación de Refinadores de Maíz mostró su descontento de inmediato. Su presidente, John Bode, advirtió que el cambio podría afectar empleos, reducir ingresos de los agricultores de maíz y aumentar la dependencia de importaciones de azúcar, sin pruebas claras de beneficios nutricionales.
Aunque estudios clínicos aún no han demostrado una superioridad contundente del azúcar de caña sobre el JMAF, algunos reportes sí indican niveles más altos de inflamación en consumidores del jarabe procesado.
¿En qué impacta esto al consumidor?
Para millones de estadounidenses que han probado la “Coca-Cola mexicana”, el regreso al azúcar de caña no es solo nostalgia: es sabor.
Consumidores han identificado durante años un sabor “más limpio” y “menos empalagoso” en la versión endulzada con caña. Este cambio pretende aprovechar esa percepción, aunque incrementará costos de producción por el alto precio del azúcar frente al maíz subsidiado.
Sin embargo, Coca-Cola afirmó que los precios se ajustarán “de forma controlada”.
Coca-Cola y Trump: una relación cercana
Este movimiento también refleja los lazos entre Coca-Cola y la administración republicana. Su CEO, James Quincey, regaló a Trump una edición especial de Coca-Cola Light tras su segundo mandato, y la empresa donó casi 290 mil dólares a los festejos de su investidura.
¿Cómo le fue a Coca-Cola tras el anuncio?
El anuncio del cambio de fórmula coincidió con el reporte de resultados del segundo trimestre 2025, en el que Coca-Cola superó expectativas del mercado:
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Ingresos: 12,620 millones de dólares (+2.5%)
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Ganancia neta: 3,810 millones (+58%)
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Beneficio por acción: 87 centavos (vs. 83 esperados)
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Ventas de Coca-Cola Zero: +14%
Aunque el volumen total de ventas cayó 1%, la compañía lo atribuyó a factores externos como un boicot de consumidores hispanos en EE.UU. tras un video viral falso que generó polémica laboral.
¿Qué sigue?
El nuevo producto con azúcar de caña estará disponible en tiendas de Estados Unidos a partir de octubre de 2025, bajo una línea diferenciada. Coca-Cola no ha confirmado si esta fórmula reemplazará por completo al JMAF en el futuro, pero el éxito comercial determinará si el cambio es definitivo o solo una edición limitada.