Su padre pescaba y su madrastra “solo desvió la mirada un momento”
OHIO, EE.UU.– Un día que debía ser de esparcimiento terminó en tragedia para la familia de Ava Rose McCourt, una niña de 9 años que murió ahogada en una piscina repleta de adultos y niños en el resort Clinton Mobile Home, en el estado de Ohio. El caso ha provocado consternación nacional por las circunstancias en las que ocurrió.
De acuerdo con reportes policiales y declaraciones de testigos, Ava se encontraba en la piscina utilizando un fideo de espuma flotante, mientras decenas de personas nadaban alrededor. La niña aún no sabía nadar bien, pero estaba tomando lecciones, según dijo Christina Bryant, la pareja actual del padre de Ava, quien aseguró que solo desvió la mirada por un momento antes de notar su ausencia.
Mientras tanto, el padre de la menor se encontraba pescando en un lago cercano, dentro del mismo parque de casas rodantes, al momento del incidente.
Fue un niño quien descubrió el cuerpo de Ava en el fondo de la piscina. Según testigos, no se escuchó ningún grito, ni chapoteo, simplemente desapareció bajo el agua en cuestión de segundos.
Una persona presente en el lugar intentó realizar maniobras de RCP tras sacar a la menor del agua, mientras llegaban los servicios de emergencia. Ava fue trasladada al Hospital Mercy Tiffin, donde lamentablemente fue declarada sin vida.
La Policía local confirmó que no se presentarán cargos y que la investigación ha concluido, al no encontrar indicios de negligencia intencional, aunque el caso ha abierto un amplio debate sobre la vigilancia infantil en lugares públicos.
En su escuela, los maestros y compañeros de Ava realizaron un homenaje póstumo, recordando a la pequeña como una niña muy especial, creativa y alegre. La tragedia ha generado numerosas muestras de apoyo en redes sociales y medios locales.
Su madre biológica, desde su cuenta de GoFundMe, pidió respeto y unidad ante el dolor que enfrenta la familia: “Estamos devastados, pero ahora lo más importante es acompañarnos y recordar a Ava con amor”.
La historia de Ava ha tocado profundamente a la sociedad estadounidense, resaltando los peligros invisibles que pueden ocurrir incluso en ambientes aparentemente seguros. La tragedia deja una fuerte lección sobre la importancia de la supervisión constante, en especial cuando se trata de menores cerca del agua, sin importar cuántos adultos estén presentes.
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