EE.UU. bombardea tres sitios nucleares en Irán; “¡Es tiempo de paz!”, dice Trump

Washington.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado 21 de junio que las fuerzas armadas estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares clave en Irán, incluyendo el complejo subterráneo de Fordow, una de las piezas centrales del programa atómico iraní.

A través de su cuenta en Truth Social, Trump aseguró que los bombarderos estadounidenses lanzaron una carga completa de bombas sobre los sitios de Fordow, Natanz y Esfahan, y que todos los aviones involucrados ya están fuera del espacio aéreo iraní.

“Hemos completado con mucho éxito nuestro ataque a tres sitios nucleares en Irán… ¡AHORA ES TIEMPO DE PAZ! Gracias por su atención a este asunto”, escribió Trump.

“No hay otro ejército en el mundo que pudiera haber hecho esto”

El mandatario destacó el desempeño de las tropas norteamericanas y felicitó a sus “grandes Guerreros Americanos”, asegurando que no existe otro ejército en el mundo con esa capacidad táctica y tecnológica. Añadió que todos los aviones regresaban a casa sanos y salvos, dando por concluida la operación como un “éxito total”.

Asimismo, anunció que ofrecerá una conferencia de prensa desde la Casa Blanca a las 10:00 p.m. (hora local), donde abordará los detalles del ataque y la postura de su gobierno respecto al conflicto.

¿Por qué Trump ordenó este ataque?

La intervención militar directa de EE.UU. se da en medio de una escalada bélica entre Israel e Irán, que ya suma más de una semana de intercambios de fuego. Según autoridades israelíes y estadounidenses, los objetivos fueron instalaciones nucleares fortificadas y enterradas, las cuales solo podían ser destruidas con bombas antibúnkeres de 13,600 kg transportadas por bombarderos furtivos estadounidenses.

Trump argumentó que Irán no mostró disposición para negociar términos que evitaran el ataque israelí, por lo que, a su juicio, la única vía para frenar su capacidad nuclear era la acción militar.

La comunidad internacional se mantiene en máxima alerta ante las consecuencias diplomáticas y geopolíticas que esta ofensiva podría desencadenar.