El 25 de diciembre de 2024, el medio del espectáculo mexicano se cubrió de luto ante la sorpresiva muerte de Dulce, la cantante y actriz descubierta por José José, ante su partida, muchas versiones sobre su vida han surgido, entre ellas, que la famosa enfermó gravemente luego de que su hija, con quien no tenía una buena relación, le prohibiera ver a su nieto.
Dulce, cuyo nombre real era Elisa Noeggerath Cárdenas, falleció dejando una huela imborrable no solo en la música y en la actuación, también en los corazones de cada persona que la conoció, quienes la han descrito como una gran persona, sin embargo, en su familia, se han revelado rumores de que no tenía una buena relación con su única hija, Romina Mircoli.
Incluso, una de las versiones que circulan alrededor de Dulce, es que ella enfermó gravemente luego de que su hija Romina Mircoli le prohibiera ver a su nieto, quien era la adoración de la cantante, así lo afirmó su amigo Jorge Flores en “La Saga” de Adela Micha.
De acuerdo con Jorge Flores, amigo de la fallecida Dulce, ella tenía una relación bastante tensa con su hija, y uno de los motivos que influirían en que su salud se deteriorara, fue que Romina le negó la posibilidad de ver y convivir con su nieto.
Tenía una relación muy tensa con la hija, incluso le prohibió ver a su nieto que era su adoración. Ella cuando fue a verla no le dejó ver al nieto. Te lo digo, porque sí me indignó mucho esa parte, ella lloró mucho conmigo esa vez, le dije cálmate, todo tiene un arreglo. Desde ahí se enfermó ella gravemente, fue desde ahí
Aunque otro amigo de Dulce, Roberto Hernández, tiene una versión distinta sobre la relación de la fallecida famosa con su hija, pues contó a Addis Tuñón que entre ellas no había tensión, y que incluso su heredera estuvo al pendiente de ella:
Yo lo único que vi es a una hija suplicándole a Dios la recuperación de su mamá. Romina sabe perfectamente la gran amistad que su mamá y yo teníamos, y yo le decía todas las noches Romi, si quieres yo me quedo a dormir para que descanses un poco, pero Romina me decía que no, aquí hasta donde tope