CHIHUAHUA, CHIH.– La comunidad estudiantil de la Universidad Tecnológica de Chihuahua (UTCH) está de luto tras la muerte de Ángel, un joven de 22 años que falleció por complicaciones derivadas de una neumonía, presuntamente agravada por el uso prolongado de cigarros electrónicos o vapeadores.
El caso ha generado un fuerte impacto en redes sociales luego de que amigos y compañeros compartieran sus condolencias y denunciaran públicamente los riesgos de estos dispositivos.
Su último mensaje: “Dejen el vape por el amor de Dios”
Antes de fallecer, Ángel publicó desde el hospital una historia donde relató su situación de salud y dejó un mensaje contundente en mayúsculas:
“DEJEN EL VAPE POR EL AMOR DE DIOS”.
Según amigos cercanos, Ángel había dejado de vapear hacía un mes, pero el daño ya estaba hecho. Su estado se complicó rápidamente hasta derivar en una neumonía que le arrebató la vida.
Un estudiante brillante y con futuro
Ángel estaba por concluir su estadía profesional en la carrera de Ingeniería en Desarrollo y Gestión de Software. Sus compañeros lo recuerdan como un joven carismático, inteligente y con una personalidad que destacaba en el salón.
“Era de esas personas con las que conectas a la primera, de los más brillantes del grupo”, escribió una amiga en redes sociales al rendirle homenaje.
Su madre planea compartir su historia en la UTCH
La madre del joven ha manifestado su disposición para dar una plática en la universidad, con el fin de concientizar a otros estudiantes sobre los efectos que puede tener el vapeo en la salud, especialmente entre los jóvenes que comienzan a consumirlo sin conocer sus consecuencias reales.
Preocupación por aumento del vapeo entre jóvenes
La muerte de Ángel revive el debate sobre el uso de vapeadores entre adolescentes y universitarios. Aunque muchas veces se considera una alternativa “menos dañina” que el cigarro convencional, médicos han advertido que los líquidos y químicos de estos dispositivos pueden provocar daño pulmonar grave.
Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han alertado que el uso de estos productos no está exento de riesgos, y en varios países ya se promueve su regulación o prohibición parcial.