La adolescente fue raptada en 2022 tras un ataque armado; el agresor está preso, pero no ha revelado su paradero
Chihuahua, Chih.– Han pasado tres años desde la desaparición de Alexa Itzel, y su madre, Marisol N., continúa buscándola sin obtener respuestas de las autoridades.
Con la voz quebrada y la esperanza intacta, afirma vivir un calvario diario: “Ya pasó mucho tiempo; yo sólo quiero saber dónde está mi niña. Las autoridades no me dicen nada”.
El secuestro y el ataque
La desaparición ocurrió el 6 de junio de 2022, en la colonia Genaro Vázquez, cuando el principal sospechoso, Pablo Gerardo G. M., presuntamente raptó a la adolescente después de dispararle a su madre.
Marisol recuerda que el hombre llegó a su casa alrededor de la medianoche, afirmando que Alexa estaba afuera. Cuando salió a buscarla, el agresor sacó un arma:
- Le disparó en la mandíbula
- Le provocó ocho heridas de bala
- La atacó además con un arma blanca en cuello y nuca
Tras quedar inconsciente por aproximadamente una hora, Marisol despertó y comenzó a buscar desesperadamente a su hija, sin éxito.
El sospechoso está detenido, pero guarda silencio
Pablo Gerardo G. M. se encuentra en prisión, vinculado a proceso por:
- Feminicidio en grado de tentativa
- Desaparición forzada
- Violación agravada
Sin embargo, en ninguno de los procedimientos ha proporcionado información sobre dónde está Alexa.
Además, el imputado tiene antecedentes de violencia extrema, incluyendo:
- La agresión a una expareja
- Una investigación por delitos sexuales
- Su posible participación en otros hechos violentos, como el homicidio de una mujer identificada como Yesenia Rodríguez Barrera
Una madre que no se rinde
Marisol relata que incluso después del ataque, lo primero que hizo al recobrar la consciencia fue caminar, herida y desorientada, por el periférico R. Almada en busca de ayuda.
Su familia llamó a la policía, pero la ambulancia nunca llegó, y fue su cuñado quien la trasladó a un hospital.
La mujer estuvo un mes sin poder hablar debido a la gravedad de sus lesiones:
“Dios me regresó la voz para poder contar lo que pasó y hacer justicia por mi hija”, afirma.
Por seguridad, Marisol estuvo refugiada durante meses, junto con su hija menor, quien también sufrió un severo trauma emocional.
Recompensa por información
La Comisión Estatal de Búsqueda y la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM) incluyeron el caso en su programa de recompensas, ofreciendo 200 mil pesos a quien proporcione información verídica que permita localizar a la menor.
Una búsqueda que no se detiene
Marisol asegura que cada día enfrenta el dolor con una mezcla de fe y desesperación:
“Todos los días me levanto y digo: ‘¿Ahora a quién le pregunto?’. A cada niña que veo quiero abrazarla y pienso que eres tú”.
A pesar del tiempo transcurrido, la madre exige que la investigación no se archive y que se continúe buscando a Alexa:
“No voy a permitir que encajonen el caso. Es mi hija y yo quiero verla. Quiero saber qué pasó”.