PUEBLA, Pue. (apro).- Guadalupe Martínez, candidata del Partido Social de Integración (PSI) a la alcaldía de Quecholac, y su padre Antonio Valente Martínez Fuentes, a quien las autoridades poblanas identifican como “El Toñín”, reclamaron ser expuestos en medios de comunicación por usar una camioneta Urus, Lamborghini, con valor de más de 9 millones de pesos, para hacer campaña.
En una transmisión en Facebook que hicieron a bordo del lujoso vehículo, Martínez Fuentes aseguró ser víctima de una persecución política desde el gobierno del fallecido Miguel Barbosa Huerta, quien lo acusó de ser el líder de los huachicoleros y de las bandas delincuenciales que operan en el llamado “Triángulo Rojo”.
En su mensaje, Martínez Fuentes reclama que los medios de comunicación exponen a su familia a que sean víctimas de la delincuencia, a la vez que reclama su derecho a poseer una camioneta de ese tipo, mientras se haya adquirido de manera legal.
A su vez, la candidata Guadalupe Martínez Gerardo muestra una hoja con los cálculos de impuestos que tendrá que pagar su madre por un monto superior a los 9 millones de pesos, para asegurar que los ingresos que obtiene su familia son lícitos.
En las frecuentes transmisiones que lleva a cabo en su cuenta Facebook, Martínez Fuentes asegura que ser agricultor y en diversas ocasiones da a conocer cómo regala los excedentes de sus cosechas a habitantes de distintas localidades.
Sin embargo, tanto el Fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, como los secretarios de Seguridad, Daniel Ivan Cruz Luna y el de Gobernación, Javier Aquino Limón, confirmaron que existen investigaciones abiertas contra este personaje por su participación en hechos ilícitos.
Sin mencionar los delitos por los cuales se le acusa, Higuera Bernal refirió que, desde 2018, antes que él asumiera el cargo como fiscal, hay carpetas de investigación que involucran a Martínez Fuentes.