Chihuahua.— En menos de una semana, el estado de Chihuahua se ha visto sacudido por dos feminicidios de maestras que han provocado indignación social, protestas en redes y exigencias de justicia hacia las autoridades. Se trata de los casos de Isabel Nieto, en Ciudad Juárez, y Lucero Zapién, en Parral.
Ambas mujeres, profesionales de la educación, fueron halladas sin vida en sus respectivos domicilios. Las investigaciones se llevan a cabo bajo protocolos de feminicidio.
Ciudad Juárez: Justicia para Isabel Nieto
Isabel Nieto Romero, de 30 años, fue reportada como desaparecida desde el 19 de mayo en la zona Pronaf de Ciudad Juárez. Su cuerpo fue hallado seis días después, el 25 de mayo, en un predio baldío entre el bulevar Oscar Flores y la calle Santos Dumont.
La necropsia realizada por el Servicio Médico Forense (Semefo) determinó que la causa de muerte fue asfixia por obstrucción de orificios respiratorios o sofocación. El cronotanatodiagnóstico estableció que tenía entre 24 y 48 horas de haber fallecido al momento del hallazgo.
Amigos, exalumnos y ciudadanos en general exigieron justicia en redes sociales.
“No más feminicidios”,
“Era una gran maestra y mejor ser humano”,
“Estamos hartos del silencio”, fueron algunos de los mensajes compartidos.
Parral: Maestra asesinada en la regadera; el exesposo es el principal sospechoso
En el municipio de Parral, la maestra Lucero Zapién Urbina, de 46 años, fue encontrada sin vida en su domicilio ubicado en la colonia Infonavit Minero. El hallazgo ocurrió el 20 de mayo, luego de que familiares ingresaran al lugar tras no poder comunicarse con ella. El portón de su casa fue hallado forzado.
La mujer presentaba heridas de arma blanca en el cuello, golpes en la cabeza con objeto contuso y signos de estrangulamiento. El reporte forense confirmó que la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico.
El principal sospechoso es su expareja sentimental, Gustavo Alonso N., director de una primaria en el municipio de Jiménez. La Fiscalía de Chihuahua reveló que cámaras de vigilancia captaron el vehículo del sujeto en el domicilio de la víctima, donde permaneció por más de dos horas la noche del crimen.
Una semana antes, Lucero había denunciado a Gustavo Alonso por intento de feminicidio, tras haber sido rociada con gasolina. Sin embargo, el imputado no recibió prisión preventiva, pese a la gravedad de los hechos, y estaba en libertad condicional. Desde el crimen, no ha vuelto a presentarse a trabajar y actualmente es buscado por las autoridades, quienes ya tienen una orden de aprehensión vigente.
Dos feminicidios, misma exigencia: justicia
Ambos casos han puesto en evidencia la vulnerabilidad que enfrentan las mujeres en Chihuahua, así como las fallas estructurales en los mecanismos de protección, aún cuando existen denuncias previas y señales de alerta.
Organizaciones feministas, docentes, colectivos ciudadanos y personas allegadas a las víctimas han lanzado llamados urgentes para que los feminicidios no queden impunes.