Jalisco.– La reconocida activista Ceci Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, denunció públicamente haber recibido amenazas de muerte luego de participar en la búsqueda de restos humanos en el Rancho Izaguirre, ubicado en el estado de Jalisco, donde presuntamente operó un centro clandestino de exterminio.
Durante una entrevista transmitida en vivo, Flores relató que en enero pasado, al llegar a dicho rancho, hallaron ropa, mochilas y calzado, lo que levantó fuertes sospechas de que el lugar fue utilizado para desaparecer personas.
“El gobierno quiere tapar el sol con un dedo”
Visiblemente afectada, la activista declaró que teme por su vida y que ha decidido alejarse del caso para protegerse. Aseguró que autoridades han intentado minimizar los hallazgos, señalando:
“El gobierno quiere tapar el sol con un dedo, pero no se puede.”
Flores también reveló que su situación de riesgo escaló al punto de que su seguridad personal tuvo que ser reforzada, tras recibir amenazas explícitas. Una de ellas, afirmó, ocurrió cuando acudió al domicilio de una persona presuntamente relacionada con la desaparición de su hijo.
En ese lugar, dijo, fue intimidada directamente por el hijo de un gobernador, quien le advirtió: “Te van a matar igual que al Güero”, en referencia a su hijo desaparecido.
Buscan verdad… y son amenazadas
El caso de Ceci Flores vuelve a poner en evidencia la grave vulnerabilidad que enfrentan las madres buscadoras en México, quienes no solo luchan contra el abandono institucional, sino que también enfrentan amenazas de actores políticos y del crimen organizado.
Organizaciones de derechos humanos y colectivos de familiares han reiterado su llamado a las autoridades para que otorguen garantías efectivas de protección y se detenga la criminalización contra quienes buscan a sus desaparecidos.
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